Encuentran las herramientas que permitieron cruzar mares hace 40.000 años: la tecnología marítima más antigua jamás conocida

Todo comenzó con lo que parecía una excavación rutinaria bajo el sol pegajoso del sudeste asiático. Seguro que a ti, como a cualquiera, te han dicho alguna vez aquello de “no remuevas el pasado”. Pues bien, unos arqueólogos lo removieron y vaya si encontraron algo. Entre capas de tierra y mucho sudor apareció una simple herramienta de piedra que, para sorpresa general, data de hace la friolera de 40.000 años.

¿La gracia? Que esta piedra sugiere que nuestros lejanos “vecinos” filipinos ya sabían montar en barco cuando en otras partes del mundo aún se peleaban por encender una hoguera. Imagina el “zasca” a los libros de Historia. Desde entonces, la comunidad científica anda con las cejas más altas que nunca.

¿Por qué este hallazgo da un vuelco a la historia?

La teoría clásica decía que la navegación compleja llegó mucho más tarde, casi como regalo de cumpleaños para civilizaciones posteriores. Sin embargo, el equipo de la Universidad Ateneo de Manila acaba de meter un gol por la escuadra a esa idea. Según publican en Journal of Archaeological Science, las nuevas dataciones indican que los habitantes de Filipinas, Indonesia y Timor Oriental se manejaban por mar como peces en el agua cuando Europa apenas salía del “modo cueva”.

Para que te hagas una idea, los investigadores encontraron rastros microscópicos de fibra vegetal procesada. Eso suena técnico, pero viene a significar que ya fabricaban cuerdas y redes indispensables para armar embarcaciones y, de paso, tirar el sedal muy lejos de la orilla.

¿Qué herramientas han aparecido exactamente?

El arsenal prehistórico descubierto luce modesto, pero es oro puro para los arqueólogos.

  • Anzuelos perfectamente tallados
  • Gargantas (piezas que sustituyen al anzuelo clásico)
  • Pesas de red que mantenían las mallas en el fondo
  • Restos de peces de aguas profundas como atunes y tiburones

Estas piezas, rescatadas en varios yacimientos, prueban que la pesca no era un “plan de domingo”, sino todo un sistema organizado. Además, las marcas de desgaste revelan un uso continuado, lo que refuerza la idea de una cultura marítima bien asentada. Y sí, todo ello cabe en un puñado de piedras que probablemente habrías pasado por alto si te las hubieras encontrado en la playa.

¿Qué implicaciones tiene para entender a nuestros antepasados navegantes?

Primero, reubica el epicentro de la innovación marítima. Ya no se trata solo del Mediterráneo o de Mesopotamia; el sudeste asiático se gana por derecho propio el título de “laboratorio flotante” de la Prehistoria. Segundo, obliga a revisar cómo se poblaron las islas del Pacífico. Si hace 40.000 años ya surcaban el mar con solvencia, las migraciones humanas por la región pudieron ser más rápidas y extensas de lo que se pensaba.

Como remate, los autores afirman que “La presencia de tecnología marítima tan avanzada en el Sudeste asiático prehistórico resalta el ingenio de los primeros pueblos filipinos y sus vecinos, cuyos conocimientos de construcción naval probablemente convirtieron a la región en un centro de innovaciones tecnológicas hace decenas de miles de años y sentaron las bases de las tradiciones marítimas que aún prosperan en la región hoy en día”. Poco más que añadir.

La pista a la investigación

Quizá no puedas volar mañana a Filipinas con pala y pincel, pero sí hay un par de cosas que puedes hacer sin salir de casa. Primero, estate atento a las próximas publicaciones de la Universidad Ateneo de Manila: suelen colgar resúmenes accesibles que explican sus métodos de datación y los nuevos hallazgos. Además, curiosear el Journal of Archaeological Science (aunque sea la sección de resúmenes) te dará una visión directa de cómo evoluciona el debate académico.

En definitiva, aunque estas herramientas lleven 40.000 años bajo tierra, su historia no ha hecho más que empezar. Y tú, lector curioso, tienes asiento de primera fila para verla navegar.

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