¿Te suena eso de quedarte atrapado detrás de un autobús justo cuando llevas prisa? Pues imagina que, en lugar de adelantarlo por el carril bus, decides jugártela y te cazan unas cámaras nuevas.
Spoiler: no te saldrá barato.
El Ayuntamiento de Sevilla estrenará, once ojos electrónicos repartidos por la ciudad que multarán a quien invada ese carril “prohibido”. Así, el típico “solo fueron dos metros” dejará de colar frente a la Policía Local. Y sí, hablamos de dinero contante y sonante: 200 euros que bien podrían haberse ido a las vacaciones.
¿Cuánto te costará realmente la broma de pisar el carril bus?
Para ir al grano: la Ordenanza Municipal de Circulación (art. 54) fija la sanción en 200 euros si circulas, paras o aparcas donde solo deberían ir los autobuses y compañía.
Hasta ahora bastaba con que un agente te viera; a partir de julio, las cámaras harán de “chivatas” las 24 horas, enviando la foto directamente a la base de datos de la Policía Local. Por tanto, el margen de despiste se reduce a cero, y tu cartera será la que dé el aviso más doloroso.
¿Quién puede circular legalmente por el carril bus?
Antes de pensar que la norma es un capricho, recuerda que el carril reservado existe para que el transporte público sea puntual y fiable.
Ahora bien, el Ayuntamiento deja claro quién tiene vía libre:
- Autobuses urbanos de TUSSAM y discrecionales o escolares (siempre con pasajeros)
- Motocicletas y ciclomotores
- Vehículos 100 % eléctricos (los híbridos quedan fuera)
- Vehículos de transporte especial previamente autorizados
Si la línea que separa el carril es discontinua, los restantes conductores podrán cruzarla solo para acceder a un aparcamiento o a una calle colindante.
Todo lo demás… multa al canto.
¿Cómo funcionarán las nuevas cámaras a partir del 4 de julio de 2025?
Las once cámaras inteligentes usarán visión artificial y lectura de matrículas en tiempo real.
Su información se conectará con la DGT, la Agencia Tributaria y, claro, la Policía Local, agilizando el proceso sancionador sin intervención humana.
Además, este sistema servirá para proteger el futuro tranvibús Santa Justa-Sevilla Este, donde se descartaron separadores físicos por seguridad, de ahí que la vigilancia digital sea la única muralla fiable.
El Consistorio recuerda que ya probó con separadores de plástico (peligrosos para motoristas) y con pintar el suelo de rojo (efecto puramente decorativo). En consecuencia, la tecnología llega como plan C… y el más eficaz.