En este último tiempo, los motores eléctricos y los de hidrógeno se convirtieron en los protagonistas dentro de la industria del automóvil. Miles de debates se centraron en estos tipos de propulsores y la mayoría de las empresas utilizan estos dos tipos. Sin embargo, Mazda, fabricante multinacional japonés, tomó la decisión de ir en contra de todo su sector y anunció un nuevo motor de combustión interna que debutará en 2027 y promete cambiar la industria para siempre. En los próximos párrafos, ahondaremos en detalles sobre esta tecnología que puede llegar a ser algo controvertido.
El impulso a encontrar soluciones alternativas para los motores
Las empresas automovilísticas anuncian de forma constante soluciones de motores alternativos. Estos proyectos apuntan a una mayor sostenibilidad y la reducción de las emisiones de carbono para cuidar el medioambiente. Muchos fabricantes tomaron la decisión de ir por los coches eléctricos, con tecnología de batería mejorada, mayor autonomía y capacidades de cargas más rápidas. A la par de ellos, muchas compañías comenzaron a explorar la tecnología de pilas de combustible de hidrógeno como una solución viable.
Además, los avances en los sistemas híbridos, que combinan estas dos tecnologías, también comenzaron a resonar fuerte en la industria. Esto permite tener más flexibilidad y eficiencia para salvar la brecha entre los coches convencionales y los totalmente eléctricos. Dichas innovaciones reflejan el compromiso por descubrir nuevas tecnologías para cumplir con las normativas de emisiones y, a su vez, encontrar soluciones para beneficiar a los usuarios.
Este trabajo también tiene que ver con las medidas utilizadas por los gobiernos de todo el mundo para fomentar el transporte limpio. Asimismo, los fabricantes apresuran el desarrollo y perfeccionamiento de motores alternativos para asegurarse un lugar en el mercado que cada vez es más competitivo. Además, a medida que los usuarios se vuelven más conscientes con el medio ambiente, existe presión sobre las compañías para dejar de lado la gasolina y el diésel.
El nuevo motor de combustión interna de Mazda y su controversial decisión
Recientemente, Mazda ha anunciado un nuevo motor de combustión interna que dará de qué hablar. Será un propulsor de cuatro cilindros que incorporará su última tecnología Skyactiv-Z, que tendrá muchas ventajas sobre las características del Skyactiv-X, su anterior versión. Este innovador sistema acabará por sustituir a los motores anteriores que se venden a nivel internacional. Se espera de esto una mayor eficacia de combustible, menos emisiones de gases contaminantes y un mejor rendimiento, para así poder competir en el mercado con los modelos actuales de otras empresas.
Tal como dijimos anteriormente, la decisión de Mazda es muy controversial, ya que no quiere abandonar la combustión interna. Pero esto tiene una explicación. La compañía se dio cuenta de que los motores de combustión interna no desaparecerán en el corto plazo, por lo que prefiere invertir en mejorar este sistema para cumplir con las normativas ecológicas, que pasar de forma directa a los vehículos eléctricos o de hidrógeno, que todavía no repuntan dentro del mercado.
Por ejemplo, Mazda sabe que la infraestructura existente para dar soporte a los automóviles, incluidas las estaciones de servicio y las redes de reparación, están muy arraigadas a los vehículos con motor de combustión interna. Asimismo, realizar una transición rápida a los vehículos eléctricos será difícil sin una inversión marcada en la infraestructura de carga. Tampoco es conveniente si tenemos en cuenta los desafíos técnicos vinculados con la producción de baterías, las limitaciones de autonomía y los tiempos de carga de estos coches.