La mayoría de las personas considera que el increíble sistema de anillo que rodea Saturno es una de las características más fascinantes del sistema solar. Y es muy difícil discutirles, ya que su majestuosidad cautivó a más de un científico, quienes pusieron mucha atención al comportamiento de los mismos. El primero en descubrirlo fue el astrónomo italiano Galileo Galilei, quien pudo divisar este gigante gaseoso a través de su antiguo telescopio. En ese tiempo, comparó la apariencia del planeta con la de «tener orejas», debido a las limitaciones de su dispositivo. Pero ahora, después de muchos años de investigación sobre este cuerpo celeste, sale a la luz una noticia que conmociona al mundo científico.
El trabajo de personas como Galileo Galilei ha sentado las bases de la capacidad científica moderna para explorar el universo. A lo largo de los años, los avances en la tecnología y técnicas innovadoras han permitido que una gran cantidad de astrónomos, como la Dra. Lucy Jones, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, profundicen en los enigmas que rodean a los cuerpos celestes. Y tal como dijimos antes, Saturno supo cautivar a la comunidad por sus esplendorosos anillos, por lo que se transformó en el protagonista de muchos trabajos. Asimismo, se pudieron desentrañar los intrincados misterios que había sobre su sistema, revelando su composición y los procesos dinámicos que le dan forma.
Adiós a los anillos de Saturno: los factores que los harán desaparecer
En 2025, se prevé un acontecimiento cósmico de gran importancia que se aproxima rápidamente. Se trata de un proceso que alterará de forma drástica la visión que tenemos de este magnífico planeta. Se cree que en marzo los majestuosos anillos de Saturno se volverán casi invisibles para los observadores terrestres. Dicho fenómeno tendrá lugar por la inclinación del eje de ese planeta, que posicionará los anillos de borde con respecto a nuestra línea de visión.
El movimiento en cuestión funciona de la siguiente manera: el eje de este planeta está inclinado, al igual que el de la Tierra. Durante la primera mitad del año, el planeta anillado se inclina hacia el sol, iluminando la parte superior de sus anillos. Mientras tanto, durante la otra mitad, se inclina hacia atrás y el sol brilla sobre el polo sur del gigante gaseoso e ilumina la parte inferior de los anillos. Curiosamente, hay dos breves momentos durante la órbita del planeta en los que el borde de los anillos apuntan directamente al sol. Dicho evento se lo conoce como equinoccio y proporciona a los hemisferios norte y sur la misma cantidad de luz solar durante un breve período.
¿La desaparición de los anillos será permanente?
Afortunadamente, la respuesta es negativa. No se trata de un cambio permanente, sino que es un acontecimiento cósmico fugaz que se repite en un periodo de 29,5 años. Este es el tiempo que tarda Saturno en orbitar alrededor del sol. Luego de marzo del 2025, la inclinación axial de este planeta hará que los anillos vuelvan a ser visibles, para luego desaparecer de nuevo en noviembre de 2025.
Por otro lado, es necesario recalcar que la inclinación axial de Saturno, que es el ángulo en el que se inclina su eje en comparación con su órbita alrededor del Sol, es de unos 27 grados. Asimismo, a medida que Saturno se mueve durante su órbita de 29,5 años alrededor del Sol, esta inclinación significa que diferentes partes de sus anillos y lunas reciben la luz del sol en diferentes ángulos, por ende, cambia su apariencia.