Un empleado en Alemania fue cesado de forma inmediata tras registrar visitas al servicio de entre 42 y 48 minutos en tres días de la misma semana, a finales de septiembre de 2025. El caso, difundido por Focus a partir de informaciones de Blick, reabre el debate sobre el control del tiempo en el trabajo.
La empresa aplicó el artículo 626 del Código Civil alemán (BGB) por “justa causa”, alegando incumplimiento grave de las obligaciones laborales. La carta de despido detallaba las horas exactas y señalaba retrasos y sobrecarga para otros compañeros.
Qué dicen los tribunales alemanes sobre pausas de baño y control empresarial
Ir al baño es una necesidad fisiológica y las pausas razonables están protegidas. Ahora bien, los tribunales alemanes han establecido que los abusos reiterados, como ausencias prolongadas o su uso para fines ajenos (llamadas personales, revisar el móvil), pueden constituir incumplimiento del contrato.
No es un debate nuevo. En 2010, el Tribunal de Distrito de Colonia determinó que permanecer más de 30 minutos en el baño no justifica por sí solo una reducción salarial si no hay abuso intencionado. Aun así, la jurisprudencia deja cierto margen a las empresas cuando demuestran un uso impropio y un perjuicio real. ¿Dónde está el límite? En la reiteración y en la prueba.
Para situarnos, estas son las claves del caso:
- Ausencias de 42–48 minutos por visita en tres jornadas de la misma semana.
- Carta de despido con horas exactas y constancia de advertencias previas.
- Aplicación del artículo 626 del BGB por “justa causa”.
- Argumento empresarial: retrasos y sobrecarga para otros compañeros.
- Debate social y jurídico reavivado en Alemania.
¿Puede ocurrir algo así en cualquier plantilla? Depende: la documentación y la proporcionalidad cuentan, y mucho.
Cómo se aplicó el artículo 626 del BGB en este despido
El cese se fundamentó en que las largas ausencias suponían un incumplimiento grave. La comunicación escrita, redactada con detalle, recogía los tramos horarios y la reiteración en una sola semana. “A pesar de las advertencias previas, se produjeron repetidos casos de pausas para ir al baño inapropiadamente largas durante la jornada laboral”, indicaba el documento.
Por lo tanto, se activó la terminación inmediata del contrato, la medida más severa del derecho laboral alemán. En la práctica, esta sanción suele reservarse a casos extremos o tras varias advertencias formales. ¿La lección? Documentar y acreditar el perjuicio es clave para la empresa; la moderación, para el trabajador.
A continuación, un cuadro rápido resume los hechos y su encaje jurídico:
| Aspecto | Detalle |
|---|---|
| Ámbito | Alemania; caso difundido por Focus con información de Blick |
| Periodo | Finales de septiembre de 2025; tres jornadas en una semana |
| Duración de cada visita | Entre 42 y 48 minutos por visita |
| Base legal | Artículo 626 del BGB (terminación inmediata por justa causa) |
| Argumentos del empleador | Retrasos y sobrecarga de trabajo para otros compañeros |
| Jurisprudencia relevante | 2010: Tribunal de Distrito de Colonia y pausas >30 minutos |
Que exista una referencia de 2010 no significa carta blanca para recortar libertades. De ahí que la prueba y la proporcionalidad sean determinantes en cada caso.
Qué implicaciones prácticas tiene este caso para trabajadores y empleadores
Para los trabajadores, el mensaje es claro: el derecho al baño existe, pero el abuso sostenido puede acarrear sanciones. ¿Qué se considera abuso? Repetición, duración extraordinaria y uso para fines ajenos a la actividad.
Para las empresas, el listón también es exigente: hay que advertir, documentar y justificar el perjuicio en productividad. Por consiguiente, el control debe equilibrarse con la confianza. Y, seamos sinceros, nadie quiere un cronómetro en el aseo; la prevención y el diálogo suelen evitar conflictos mayores.
