Una profesora recibe una avalancha de críticas por corregir con color rojo los exámenes: “Tú sabes lo que puedes frustrar a los alumnos”

“¿Tan grave resulta usar el color de siempre para corregir?”, se pregunta la docente.

El debate sobre cómo corregir los exámenes ha dado un giro inesperado. Laura Gómez, profesora de matemáticas en cuarto de primaria, se ha visto envuelta en una ola de críticas por emplear el clásico bolígrafo rojo para marcar los errores. Ante la polémica, asegura que sus alumnos “se han reído en mi cara” al preguntarles si sentían frustración por las correcciones en ese color.

Por qué el uso del bolígrafo rojo en la corrección provoca comentarios en redes sociales

La controversia comenzó cuando la docente, conocida como ‘Lauri Math Teacher’, compartió en redes una imagen con el mensaje “a corregir”. En la foto se mostraba un bolígrafo rojo, algo que para muchos no reviste mayor importancia. Sin embargo, la reacción fue inmediata: varios usuarios le reprocharon que “el rojo es un color superagresivo” y que su empleo “daña la autoestima de los alumnos”. Incluso, se le propuso recurrir a tonalidades pastel para no generar posibles traumas.

“Está siendo una auténtica sorpresa ver la cantidad de mensajes que he recibido por un tema tan inofensivo”, comenta Laura. De hecho, confiesa sentirse perpleja ante la sugerencia de que corregir en rojo, práctica de toda la vida, podría convertirse ahora en un problema de índole emocional.

La reacción de los alumnos de cuarto de primaria ante la disputa del color rojo

Intrigada por tanto revuelo, la profesora decidió consultar directamente a sus estudiantes. “¿Os molesta que os corrija con rojo?”, les preguntó. La respuesta de los niños fue clara: se rieron y negaron sentirse ofendidos. “Somos los adultos los que les trastornamos la cabeza, ya que ellos no les pasa nada”, lamenta Laura, preocupada por la creciente susceptibilidad que percibe en algunos sectores de la sociedad.

A pesar de defender el método de siempre, la docente no quiere herir sensibilidades. Por ello, reconoce que compró bolígrafos con purpurina y colores varios para quienes prefieran elegir otra tonalidad en sus exámenes. “¿Te imaginas tener que llevar cuidado hasta con la tinta del boli?”, bromea, señalando que, en cualquier caso, su objetivo es evaluar el aprendizaje, no generar conflictos.

Consejos para equilibrar las correcciones académicas y evitar daños en la autoestima estudiantil

La polémica en torno a la tinta roja ha abierto una reflexión: ¿existe un modo óptimo de calificar sin afectar la motivación? A continuación, se presentan algunas pautas que pueden ayudar a los docentes y familias:

  1. Contextualizar el error: Explicar por qué está mal y cómo se puede mejorar.
  2. Enfatizar los aciertos: Combinar correcciones con comentarios positivos.
  3. Respetar las diferencias: Cada alumno tiene un ritmo de aprendizaje único.
  4. Fomentar la autoconfianza: Evitar que la nota defina la valía personal.

Además, la propia Laura propone que los alumnos elijan el color de la corrección si así se sienten más cómodos. Antes de terminar, resulta interesante revisar esta comparativa de opciones:

Color de correcciónPercepción habitualPosibles implicaciones
RojoLlamativo, tradicionalPuede considerarse “agresivo” o motivador
Tonos pastelSuaves, menos impactantesAlgunos afirman que reduce la presión
Colores con purpurinaDivertidos, más creativosAportan un enfoque lúdico a la evaluación
Negro o azulSobrio, asociado a la escrituraPuede pasar desapercibido a la hora de corregir

Como se ve, el rojo no es el único color disponible, pero sí el más extendido. Según la profesora, “toda la vida lo que está mal se ha puesto en rojo y no ha pasado nada”. Es posible que, en el futuro, los maestros opten por múltiples tonalidades, siempre y cuando mantengan el foco en ayudar al alumno a aprender.

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