Seguro que más de uno ha salido del Mercadona jurando que esta vez solo iba a por “cuatro cosas” y ha acabado con la tarjeta temblando. Ahora imagina ese susto… pero multiplicado por tu perro. Eso es lo que le ha pasado a una tiktoker cuando fue a llenar la nevera (y el congelador) de Mali, su dóberman.
En el vídeo, factura en mano, confiesa con humor que, si da de comer así al can, ella se pasará el mes “a base de pienso”. El clip no tardó en reventar las notificaciones: comentarios críticos, halagos y algún que otro “¡adóptame a mí!”. Al fin y al cabo, 140 euros en carne cruda no se ven todos los días.
¿Por qué este ticket de Mercadona ha incendiado TikTok?
Primero, por la cifra: 140 euros en productos frescos y congelados destinados a un perro generan tantos emojis de sorpresa como debates sobre prioridades. Segundo, por el formato: la creadora mostró el ticket completo, una transparencia que sube rápidamente las visitas (y los juicios) en la red social.
En los comentarios se cruzan dos bandos. El de los preocupados por la economía doméstica “come mejor que el 60 % de la población española”, soltó un usuario, y el de los defensores del bienestar animal sin mirar el céntimo “entre dos o tres sacos de pienso bueno y esto, no hay tanta diferencia”, apuntó otro–.
¿Qué lleva exactamente la dieta BARF de Mali?
La propia dueña enumera cada artículo antes de guardarlo en la nevera. La dieta BARF (acrónimo en inglés de Biologically Appropriate Raw Food, o “alimentos crudos biológicamente apropiados”) busca imitar lo que el perro cazaría en estado salvaje, combinando carne, huesos y algo de fruta o verdura.
- Jamoncitos, alitas, cuartos traseros y cuellos de pollo
- Codornices enteras para masticar sin prisa
- Costillas de cerdo con su hueso carnoso
- Ternera troceada y carne magra variada
- Pescado azul y blanco: salmón, caballa, merluza y atún
En total, todo lo anterior sumó 140 euros, según muestra el ticket sacado en el Mercadona. La tiktoker insiste en que mantiene los porcentajes BARF “al milímetro”: 80 % de carne y huesos carnosos, 10 % de vísceras y 10 % de frutas, verduras y suplementos.
¿Es mucho gastarse 140 euros al mes en comida canina?
Depende de a quién preguntes (y de lo sana que esté tu cuenta bancaria). Quienes tiran de saco de pienso industrial calculan que, para un perro grande, esos 140 euros equivalen a dos o tres sacos “premium” al mes. Quienes apuestan por la dieta BARF responden que el ahorro llega en el veterinario: menos alergias, pelo más brillante y, en teoría, menos visitas de 50 euros la consulta.
Eso sí, varios usuarios pusieron el grito en el cielo por la procedencia: “El pescado, en la pescadería; la carne, igual. Lo que vende Mercadona es malo a la larga”, advertía uno de los comentarios con más, “me gusta”. La tiktoker, sin perder el buen rollo, recordó que cada cual ajusta el bolsillo como puede.
Consejos para pasarte a la dieta BARF sin que tu cartera ladre
En primer lugar, calcula la ración diaria: según la Asociación BARF (sí, existe), un adulto necesita entre el 2 % y el 3 % de su peso corporal en alimento crudo. Después, compara precios en distintos supermercados y carnicerías; las ofertas por volumen te pueden ahorrar un pico. Por último, congela por porciones de un día: evitarás desperdicios y el susto de abrir un paquete gigante a medio descongelar.
Si te animas, consulta con tu veterinario antes de cambiar de menú: él ajustará suplementos y vigilará posibles intolerancias. Y, sobre todo, no olvides tu propia lista de la compra… o acabarás cenando pienso de verdad.