Sales a la montaña pensando en el bocata y en hacer unas fotos, y vuelves con un tesoro histórico. Eso es lo que les pasó a dos excursionistas en Podkrkonoší, en la República Checa, a principios de año. Encontraron un pequeño bote de aluminio y una caja de hierro que parecían poca cosa, pero dentro había casi 600 monedas de oro, joyas y otros objetos del siglo XIX.
El conjunto incluye piezas fechadas entre 1808 y 1915, y llega cargado de preguntas sobre su recorrido por Europa. Según el Museo de Bohemia Oriental, recogido por la revista Popular Science, su valor estimado supera los 340.000 dólares. Y sí, también se habla de más de 300.000 euros, que para una ruta de domingo no está nada mal. Aquí va lo esencial: qué había, de dónde viene y qué va a pasar ahora con todo ello.
¿Qué había dentro de la caja de hierro y del bote de aluminio?
A simple vista, el hallazgo eran solo dos recipientes escondidos en la montaña. Al abrirlos, apareció un lote muy concreto de piezas de oro y un conjunto de monedas que cualquier museo querría tener en vitrina.
Objeto | Material | Cantidad o detalle |
---|---|---|
Tabaqueras | Oro | 16 |
Brazaletes | Oro | 10 |
Bolso de malla | Oro | 1 |
Peine | Oro | 1 |
Cadena | Oro | 1 |
Compacto de polvo | Oro | 1 |
Monedas de oro | Oro | 598 (en 11 columnas envueltas en tela negra) |
Además del inventario anterior, el bote de aluminio reunía 598 monedas de oro cuidadosamente organizadas en 11 columnas, cada una envuelta de forma individual en tela negra. Por lo tanto, no era un revoltijo improvisado, sino un contenido preparado con mimo.
¿De qué fechas son las monedas y de dónde proceden?
El numismático Vojtěch Brádle (experto en monedas) señaló que muchas llevan fechas entre 1808 y 1915 y proceden del Imperio Austrohúngaro, en concreto del periodo de reinado de Francisco José I. Esto encaja con una circulación larga y muy movida por Europa central y oriental.
Según Brádle, las piezas no pasaron directamente de la Casa de la Moneda de Viena a la región checa. Primero viajaron a los Balcanes y, tras el colapso del Imperio Austrohúngaro, recibieron contramarcas (marcas añadidas con posterioridad) en el entonces Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos. Esas marcas extra indican que circularon en Serbia en las décadas de 1920 y 1930 y que probablemente se usaron en collares y tocados típicos de la región balcánica. “Descubrí que estas monedas no viajaron de la Casa de la Moneda de Viena a nosotros, sino a los Balcanes”, explicó. “Y allí, tras el colapso de la monarquía, en el entonces Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, se acuñaron marcos, las llamadas contramarcas”.
¿Por qué es un tesoro histórico y cuánto vale?
El Museo de Bohemia Oriental describe el conjunto como un verdadero tesoro histórico. No es solo la cantidad de oro: la variedad de objetos (tabaqueras, brazaletes, bolso de malla, peine, cadena y un compacto de polvo) dibuja una fotografía muy concreta de usos, modas y dinero de principios del siglo XIX.
En términos económicos, el valor estimado supera los 340.000 dólares, y también se habla de más de 300.000 euros. Por consiguiente, la historia brilla doble: por el patrimonio y por la cifra, que da para cambiar botas, mochila y hasta planificar unas vacaciones largas (con suave ironía, claro).
¿Cómo llegó este conjunto a las montañas checas?
El recorrido del tesoro sigue siendo un misterio. Miroslav Novak, arqueólogo principal del Museo de Bohemia Oriental, reconoció su sorpresa al abrir los recipientes: “Cuando lo abrió, me quedé sin palabras”.
La mezcla de monedas y objetos con procedencias que apuntan a Francia, Bélgica, Turquía, Rumanía e Italia sugiere una biografía compleja, probablemente conectada con el colapso de imperios y los vaivenes políticos europeos. De ahí que los expertos sigan tirando del hilo para recomponer la ruta completa.
¿Qué va a pasar ahora con las monedas y las joyas?
Los expertos en conservación del Museo de Bohemia Oriental se encargan de clasificar y proteger estas piezas, con la idea de incluirlas en una próxima muestra abierta al público. En consecuencia, el hallazgo pasará de la montaña a la vitrina, accesible para cualquiera.
En paralelo, los dos excursionistas podrían recibir hasta un 10% del valor total del tesoro, según la normativa checa. Por tanto, además de la anécdota para los nietos, hay una recompensa que convierte la caminata en una inversión bastante redonda.
Qué hacer si te topas con un hallazgo así
Si alguna vez la suerte te da un golpe parecido, este caso sirve de guía práctica mínima, centrada en lo que aquí se ha hecho y se prevé hacer.
- Entrega el hallazgo para que lo gestionen expertos en conservación; en este caso, el Museo de Bohemia Oriental clasifica y protege las piezas con vistas a su estudio y exposición.
- Ten presente la normativa checa: podrías recibir hasta un 10% del valor total como compensación.
- Cuenta con que el conjunto puede acabar en una muestra abierta al público; aquí ya se prepara una exposición.
En resumen, conviene dejar trabajar a los especialistas y asumir que el destino natural de un tesoro así es la conservación y la exhibición pública. El resto, incluida una posible recompensa, llega después.