Un juzgado niega la incapacidad a un hombre con cinco enfermedades graves: «Nos dejan tirados, al sistema no le importamos»

La magistrada concluye que, pese al dolor continuo y las limitaciones médicas, el afectado “conserva capacidad” para su labor docente y de consultor de obras.

El Juzgado de lo Social número 1 de Oviedo ha desestimado la demanda de incapacidad permanente absoluta presentada por Antonio Azcoitia, asturiano de 53 años, contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Padece Síndrome de Fatiga Crónica, fibromialgia, polineuropatía periférica, varias hernias discales, estenosis lumbar y artrosis cervical, pero la jueza considera que aún puede desarrollar “las tareas principales” de sus profesiones.

Azcoitia, profesor interino de Biología y exconsultor de obras, inició el procedimiento hace trece meses tras la negativa administrativa del INSS. La resolución judicial, conocida hace unos días, le ha dejado “hundido” y sin la pensión vitalicia que solicitaba.

Sentencia del Juzgado de lo Social de Oviedo sobre incapacidad permanente y criterios médicos aplicados

El caso se originó cuando el demandante, vecino de Infiesto, acumuló bajas prolongadas y acusó limitaciones severas para caminar, permanecer de pie o concentrarse. Alegó que el dolor “le impide hacer una sola cosa” y que su cuerpo “no aguanta absolutamente nada”. Durante la vista, aportó informes de medicina interna y peritajes privados que calificaban su fatiga de “severa”.

La magistrada, sin embargo, concedió mayor valor al informe del tribunal médico del INSS. En él se concluye que el afectado puede alternar bipedestación y sedestación, y que su empleo de docente no exige grandes esfuerzos físicos. Asimismo, se apuntó que un ajuste farmacológico, toma antihistamínicos de forma continua, podría mejorar su concentración y reducir las mialgias.

Enfermedades reconocidas: Síndrome de Fatiga Crónica, fibromialgia y patologías vertebrales en discusión judicial

Azcoitia fue diagnosticado de fibromialgia en 2016 y, “posteriormente”, de Síndrome de Fatiga Crónica. La jueza cita la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de 7 de noviembre de 2023, que sí concedió incapacidad a otro paciente de SFC, pero subraya que en aquel supuesto existía “peor evolución” y más de cinco años de sintomatología severa. En cambio, el informe hospitalario de 2023 sobre Azcoitia, según el fallo, “no califica el diagnóstico como severo”.

El demandante replica que la falta de la palabra “severa” obedece a que “los médicos del INSS no son especialistas” y que el dolor es continuo. También recuerda que cambió de la consultoría de obras a la docencia “para sobrevivir”, pese a enfermar antes de incorporarse al aula.

Futuras reclamaciones de incapacidad y estrategia procesal de la defensa

El pronunciamiento confirma la línea seguida por los juzgados asturianos de primar los dictámenes de los médicos evaluadores públicos frente a informes privados, salvo deterioro clínico extremo. Para los abogados laboralistas, la sentencia evidencia la dificultad de que la fibromialgia y el SFC se reconozcan como incapacitantes cuando el demandante mantiene un empleo “teóricamente compatible”.

Azcoitia ya ha anunciado recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias. Confía, aunque “sin esperanza”, en que se revise la ponderación de la prueba médica y se valore el conjunto de dolencias. De prosperar, el fallo podría matizar la actual doctrina y abrir la puerta a una interpretación más flexible en patologías crónicas de curso fluctuante.

Por el momento, el profesor deberá continuar trabajando o encadenando bajas temporales mientras gestiona su dolor diario. “El sistema no nos deja otra salida”, lamenta, convencido de que la pensión le permitiría al menos “un poco de calidad de vida” y la posibilidad de dedicar tiempo a tratamientos físicos y psicológicos.

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