Un caso insólito en Reino Unido que recuerda la importancia de guardar justificantes: la multa de 1 euro terminó en 200 euros a favor del afectado tras cinco años de litigio.
Un jubilado británico, Nigel Richardson, ganó en los tribunales después de negarse a pagar una sanción inicial de 1 euro impuesta por una empresa de aparcamientos. El proceso, que se alargó durante cinco años, concluyó con una indemnización de 200 euros a su favor. “Ha valido la pena”, afirmó al conocerse la resolución.
Quién es el pensionista afectado y cómo empezó la multa de un euro
La historia arranca en 2019, en Syston (Midlands). Richardson estacionó su Volkswagen Golf y abonó 1,10 euros a través de una aplicación móvil. Recibió el justificante de la compañía y su banco confirmó el cargo. Poco después, llegó una multa por supuesto impago. ¿Qué habría pasado si no hubiera guardado el recibo? Él lo tuvo claro: “La cosa más sencilla habría sido pagar, pero sabía que no había hecho nada malo”.
Desde ese momento, la sanción de 1 euro escaló hasta 230 euros por gestiones de agencias de cobro y despachos contratados por Euro Car Parks. Cartas, avisos, advertencias… presión constante. Aun así, el pensionista mantuvo su postura: “No iba a dejarme intimidar. Hice todo lo posible por comprar el ticket y no pensaba ceder”.
Fechas, lugar y cantidades clave que explican la indemnización final
Para entender el desenlace, conviene repasar los datos básicos del caso. No es poca cosa que una sanción simbólica termine en una compensación económica al afectado. ¿Te ha pasado algo parecido con un aparcamiento?
Año del suceso | Localidad (país) | Importe del ticket | Multa inicial | Importe máximo reclamado | Indemnización fijada | Costas judiciales | Cobro neto final |
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2019 | Syston, Midlands (Reino Unido) | 1,10 € | 1 € | 230 € | 200 € | 180 € | 20 € |
Como se ve, el juez anuló la sanción y ordenó indemnizar con 200 euros. Tras las costas (180 euros), Richardson percibió 20 euros netos. Más allá del dinero, él subrayó el valor moral de la victoria y reconoció que llegó a cancelar un viaje en crucero por el proceso. “Una victoria es una victoria, y todo se trataba de una cuestión de principios”.
Cómo actuó el pensionista para recurrir y qué decidió el tribunal
La clave fue conservar pruebas y sostener su defensa en el tiempo. Richardson presentó el justificante del pago y la confirmación bancaria, rechazó un acuerdo de 60 euros con cláusula de confidencialidad y llegó a presentar una contrademanda. El pleito se resolvió en el tribunal del condado de Leicester, donde el juez cuestionó a los representantes legales de la empresa por reclamar una deuda inexistente. Según relató el propio afectado, el abogado de la compañía no ofreció una explicación clara.
El fallo anuló la multa y obligó a Euro Car Parks a abonar 200 euros. Por lo tanto, la justicia avaló que el conductor había cumplido con su obligación al pagar el estacionamiento, y que la cadena de recargos no tenía base.
Lecciones para pensionistas ante sanciones de aparcamiento discutidas y recurrentes
Este caso deja algunas ideas útiles para cualquier conductor, especialmente pensionistas que a veces se enfrentan a trámites engorrosos. ¿Qué detalles marcaron la diferencia?
- Guardó el justificante del ticket y la confirmación del banco.
- Rechazó un acuerdo de 60 euros con confidencialidad.
- Presentó una contrademanda al considerar que tenía pruebas suficientes.
- Se mantuvo firme ante cartas de cobro y advertencias legales.
En consecuencia, la documentación y la constancia resultaron determinantes. De ahí que, si una sanción parece injusta, revisar cargos, conservar recibos y acudir al órgano competente pueda marcar el desenlace. En este caso, el tribunal del condado de Leicester zanjó la disputa tras cinco años y un largo intercambio con la empresa de aparcamientos.