Un ticket difundido en X por el perfil Soy Camarero reabre la discusión sobre los recargos en hostelería: se añadió un suplemento de 0,10 € por cada café al calentar la leche. La polémica crece por considerarse un servicio habitual que muchos clientes dan por incluido.
El caso, compartido por una cuenta conocida por señalar prácticas polémicas, muestra la cuenta de una cafetería con dos aguas y dos cafés grandes. El detalle que incendia los comentarios son esos 20 céntimos extra por “calentar la leche”, una situación que el autor de la publicación afirma que es “la primera vez” que lo ve. ¿Es razonable añadirlo como extra?
Qué dice el ticket sobre el recargo por calentar la leche del café
Según la imagen difundida, el comprobante desglosa precios y suplementos. Para situar al lector, este es el resumen de la cuenta que ha generado la controversia:
Concepto | Unidades | Precio unitario | Importe |
---|---|---|---|
Botella de agua | 2 | 3,70 € | 7,40 € |
Café grande | 2 | 2,60 € | 5,20 € |
Suplemento tamaño grande | 2 | 0,30 € | 0,60 € |
Suplemento por calentar la leche | 2 | 0,10 € | 0,20 € |
Total | 13,40 € |
El total asciende a 13,40 euros. Más allá de la cifra, lo que divide opiniones es el cobro específico por la leche caliente, percibido por muchos como parte de la preparación normal de un café.
Reacciones en redes y debate sobre los suplementos en hostelería española
La publicación recibió decenas de respuestas. Hubo quien pidió conocer el nombre del establecimiento “para no pisarlo nunca”, y quien calificó de “miserable” aplicar recargos en servicios cotidianos como calentar potitos para bebés. También se comentaron los 3,70 euros de cada botella de agua. En resumen: el público percibe el cargo de la leche caliente como inusual y difícil de justificar. ¿Tú qué piensas?
A modo de guía rápida, estas son las claves que más se repiten en las respuestas de los usuarios:
- Suplemento de 0,10 € por cada café al calentar la leche.
- Ticket con dos aguas (3,70 €) y dos cafés grandes (2,60 €).
- Críticas por prácticas que se entienden como “de siempre” en la barra.
- Comentarios que van desde “para no pisarlo nunca” hasta “miserable”.
- El precio del agua también centra parte del debate público.
En consecuencia, muchos señalan que pequeños cargos extra pueden generar rechazo si no están bien explicados en la carta o no se perciben proporcionados.
Cómo afectan estos recargos a la confianza del cliente y al negocio
Más allá del importe, el foco está en la confianza. Cuando el cliente siente que se le cobra por algo que creía incluido, la experiencia empeora. Por tanto, la transparencia resulta clave: detallar en la carta qué se considera extra, en qué casos y por qué. Si no, ¿qué mensaje se envía? Un usuario lo resumió con contundencia: “Le cobras 10 céntimos a un cliente, lo pierdes, y el cliente se queja a otros diez. Así es cómo se destruye un negocio”. Dicho queda. Y, sí, a veces diez céntimos pesan mucho.
En definitiva, el caso pone sobre la mesa una cuestión recurrente: la del equilibrio entre costes del local y expectativas del consumidor. Una comunicación clara y precios previsibles pueden evitar sorpresas en la cuenta y, por consiguiente, discusiones que terminan haciéndose virales. Porque, al final, nadie quiere salir del bar con mal sabor de boca por un detalle que parecía menor. Así, tal cual.