Para este año está previsto que las pensiones no contributivas lo hagan un 9%. Este tipo de pensiones están diseñadas para aquellas personas que no han alcanzado el mínimo de cotización exigido para acceder a una pensión contributiva, pero que necesitan apoyo económico para cubrir sus necesidades básicas.
Este tipo de ayuda es financiada por el Estado y gestionada en parte por las Comunidades Autónomas, garantizando de esta forma un respaldo a quienes carecen de recursos suficientes. En diciembre pasado, el Consejo de Ministros aprobó una revalorización de estas prestaciones, que entró en vigor este enero, con el objetivo de ajustarlas al Índice de Precios de Consumo (IPC) y proteger el poder adquisitivo de los beneficiarios, normalmente personas que son más vulnerables.
El sistema de pensiones en España, administrado por la Seguridad Social, ofrece dos tipos principales de pensiones no contributivas: la de jubilación, destinada a mayores de 65 años en situación de necesidad económica, y la de invalidez, dirigida a personas que, por su condición, no pueden acceder a un empleo estable. Ambas incluyen no solo una prestación económica, sino también asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, asegurando así una mayor cobertura para los beneficiarios.
Requisitos para solicitar una pensión no contributiva
Las pensiones no contributivas son abonadas por la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), aunque su gestión recae sobre las Comunidades Autónomas, salvo en el País Vasco y Navarra, donde el sistema opera de manera independiente. Por ejemplo, en Andalucía, estas prestaciones son administradas a través de las Delegaciones Territoriales de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. Para solicitar una pensión no contributiva, es necesario cumplir los siguientes requisitos:
- Tener al menos 65 años (para la pensión de jubilación).
- Residir en España o haberlo hecho durante al menos 10 años, contados desde los 16 años hasta la fecha de solicitud.
- Demostrar ingresos inferiores a 7.453,07 euros anuales si el solicitante vive solo.
Ante el incremento del costo de vida, el Gobierno ha anunciado una subida de las pensiones del 2,8%, con el objetivo de compensar la inflación. Pero, por la vulnerabilidad de sus destinatarios, se prevé que en 2025 las pensiones mínimas y las no contributivas experimenten una revalorización aún mayor. Aunque no se ha confirmado la cifra exacta, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, ha señalado que esta subida será superior a la inflación media registrada, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de los pensionistas con menores ingresos. Ayer, el Ejecutivo aprobó el Real Decreto que contiene más detalladamente la subida de las pensiones y que beneficiará a más de 12 millones de personas.
Cuantías de la pensión no contributiva en 2025
De cara a 2025, el Gobierno ha confirmado que las pensiones contributivas aumentarán un 2,8%. Este ajuste también afectará a las pensiones no contributivas, lo que supondrá un incremento medio de 200 euros anuales para los beneficiarios. De este modo, el importe total de la pensión quedará en 7.905,80 euros anuales, lo que equivale a una cuantía mensual de 564,70 euros por cada beneficiario.
Si en un mismo núcleo familiar hay varios beneficiarios, los límites de renta y las cuantías anuales se ajustarán en función del número de personas que perciban la prestación. Estos detalles pueden consultarse en la web oficial del IMSERSO, donde se actualizan periódicamente los datos sobre prestaciones sociales. Este incremento en las pensiones responde a una estrategia del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que busca garantizar que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo debido al aumento del costo de vida, una política de justicia social.
Si eres beneficiario de alguna de estas prestaciones o simplemente quieres estar al día, puedes consultar nuestra sección de trámites en la que publicamos más noticias relacionadas.