La cebolla es una de las verduras que no puede faltar en tu cocina. Esto se debe a su exquisito sabor y al papel fundamental que desempeña en muchas recetas. Sin embargo, hay un detalle en particular que muchos desconocen y no le prestan atención: el tipo de cebolla que requiere cada receta. Hay dos ejemplares que se confunden mucho: hablamos de la cebolla blanca y la amarilla. ¿Conoces la diferencia entre ellas? Si la respuesta es «no», quédate que te lo explicamos con lujo de detalles.
A veces, la falta de tiempo y las demás actividades nos llevan a estar muy apurados. Esto es algo negativo a la hora de cocinar, ya que nos hace resolver con lo primero que tenemos a mano. Muchas veces sale bien, pero otras no tanto. En el mundo gastronómico, esto no sucede, ya que el foco está puesto en utilizar los ingredientes específicos para que la receta salga perfecta.
Hoy vamos a combatir un poco esta desinformación y hablaremos sobre la diferencia entre la cebolla blanca y la amarilla. Jay Wenstein, chef e instructor de Artes Culinarias basadas en plantas del Instituto de Educación Culinaria, es quien nos explica todo lo que queremos saber sobre estas verduras tan útiles en la cocina. Según explicó, en la mayoría de los casos no es importante cuál de las dos se usa, aunque hay platos en los que sí debemos prestar atención a este detalle.
¿Cuál es la diferencia entre la cebolla blanca y la amarilla?
El experto en cocina resaltó que las cebollas blancas tienden a ser más suaves y dulces que las amarillas. Sin embargo, eso no significa que no se puedan encontrar cebollas amarillas con un mayor contenido de azúcar, como es el caso de las variedades Maui o Vidalia. En ese sentido, especificó que las cebollas blancas también son muy tiernas, por lo que se deshacen más fácilmente y forman una especie de mermelada.
En cuanto a las cebollas amarillas, son un poco más duras y conservan mejor su integridad estructural al cocinar. «Las cebollas blancas ‘desaparecen’ más en platos cocinados durante mucho tiempo, tanto por su color como por su tendencia a desintegrarse», aseveró Jay Wenstein. Teniendo en cuenta este dato, es importante elegir la mejor variedad para cada receta.
En ese sentido, el chef recomienda utilizar la variedad amarilla para platos en los que se desee saltear las verduras. Esta recomendación es especialmente útil cuando se quiera que la presencia de la cebolla destaque, como para aderezar pizzas, sándwiches y hamburguesas. Por otro lado, las cebollas blancas quedan mucho mejor en platos donde los trozos deban derretirse, como en un gulash u otro guiso. Debido a su sabor más suave, este tipo también es ideal para usarlas crudas, como en ensaladas y salsas.
¿Realmente importa cuál utilices?
Según Jay, las cebollas blancas y amarillas son prácticamente intercambiables. Se trata de dos especies que son muy difíciles de diferenciar con los ojos vendados. Son pequeños detalles los que marcan la diferencia, tal como vimos en las recomendaciones para distintas recetas. Sin embargo, aunque sean detalles ínfimos, muchas veces pueden hacer que tu comida tenga un sabor y una textura única. Por ello, es importante conocer sus principales características para darle ese punto extra a tus habilidades culinarias.
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