Los altos niveles de este metal pesado pueden afectar especialmente a mujeres embarazadas y a la población infantil.
El reciente aviso emitido por la Unión Europea ha puesto el foco en los lomos de atún aleta amarilla congelados y marinados, procedentes de España, donde se han detectado hasta 1,7 mg/kg de mercurio. Esta concentración supera con creces el límite legal de 1,0 mg/kg establecido en la normativa europea. ¿Te preocupa qué implica este exceso de mercurio y cómo puede afectar a la salud? A continuación, revisamos las claves para entender por qué se recomienda limitar el consumo de ciertas especies de gran tamaño, en especial para niños y mujeres embarazadas.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recuerda que el mercurio está presente de forma natural en el medio ambiente, sobre todo en entornos marinos. Aunque el consumo de pescado es beneficioso por su aporte de proteínas, yodo y vitaminas, existen variedades con mayores niveles de mercurio, lo que obliga a extremar precauciones. De ahí que la UE haya puesto el acento en productos como el atún aleta amarilla, cuyos valores detectados superan los parámetros de seguridad alimentaria.
Cómo influye la ingesta prolongada de mercurio en mujeres embarazadas y niños
El metilmercurio, la forma más tóxica de este metal, se acumula en los tejidos grasos de peces grandes, como el tiburón, el pez espada o el lucio. Por tanto, su ingesta en exceso puede acabar afectando al sistema nervioso central, especialmente en fases de desarrollo.
En el caso de las embarazadas, el mercurio atraviesa la placenta y también puede llegar a la leche materna, con mayor impacto en la salud del futuro bebé. Ojo con la frecuencia de consumo si hay niños pequeños en casa, ya que su sistema nervioso está en pleno crecimiento.
Tabla comparativa para identificar las especies con mayor o menor contenido en mercurio
A continuación se muestra una tabla con algunos pescados que suelen presentar altos niveles de mercurio, junto a aquellos con concentraciones más bajas. Conviene tenerla a mano para decidir qué opciones son más seguras:
Altos en mercurio | Bajos en mercurio |
---|---|
Pez espada / Emperador | Anchoa / Boquerón |
Tiburón (cazón, marrajo…) | Bacalao |
Atún rojo (Thunnus thynnus) | Sardina |
Lucio | Salmón |
Esta alerta sanitaria sobre el mercurio y la clasificación no implica que se deba prescindir por completo de los pescados de gran tamaño, pero sí moderar su consumo y combinarlos con especies que contengan niveles más bajos.
Recomendaciones prácticas para reducir los riesgos asociados al consumo de pescado contaminado
Las autoridades sanitarias insisten en que lo ideal es mantener una dieta equilibrada, apostando por variedades con menor concentración de metales pesados (abadejo, arenque, bacaladilla, caballa, dorada, jurel, lenguado europeo, lubina, merluza/pescadilla, trucha, entre otros). ¿Te interesa saber más sobre cómo llevar un control efectivo? Toma nota de estas pautas:
- Limita al máximo el consumo de pescados de gran tamaño si estás embarazada o tienes niños pequeños.
- Varía el pescado semanal, alternando especies bajas en mercurio (sardinas, bacalao, boquerones, salmón…).
- Consulta siempre la procedencia y la trazabilidad del producto, especialmente en conservas o lomos marinados.
- Sigue las actualizaciones de la AESAN y la UE para conocer nuevas alertas sanitarias y consejos de consumo.