El SEPE concede el subsidio por insuficiencia de cotización a quienes pierden el empleo y no alcanzan los 360 días cotizados. La cuantía total puede llegar a casi a los 11.000 euros si se cumplen las condiciones y según la situación familiar y los días cotizados.
Cuando un trabajador queda desempleado sin reunir los 360 días necesarios en los últimos seis años, puede acceder a esta ayuda asistencial del Servicio Público de Empleo Estatal. No es automática: su concesión depende de la carencia de ingresos, de las cotizaciones acumuladas y de las cargas familiares.
Quién puede solicitar el subsidio por insuficiencia de cotización del SEPE y por qué
Esta prestación está pensada para personas que han perdido su empleo de forma involuntaria y no pueden cobrar la prestación contributiva. ¿Te has quedado sin los 360 días cotizados? Entonces esta vía puede ser la salida, siempre que se cumplan los requisitos económicos y de cotización mínimos.
Además, se trata de una ayuda de naturaleza asistencial, por lo que no todos los desempleados pueden percibirla: el acceso queda condicionado a los topes de ingresos y a los periodos cotizados por desempleo.
Requisitos del SEPE para cobrar hasta 10.980 euros y no quedar fuera
Antes de solicitar, conviene comprobar si se reúne el perfil exigido. Ahora bien, importante el límite de ingresos y con los días cotizados: son determinantes para la concesión y la duración:
- Carecer de ingresos suficientes: el tope está en el 75% del SMI, que en 2025 equivale a 850,50 euros mensuales.
- Estar en desempleo total o, si se trabaja a tiempo parcial, que la suma de jornadas sea inferior a una jornada completa.
- Haber cotizado al menos 90 días por desempleo (no todos los trabajos cotizan por esta contingencia).
- Suscribir el acuerdo de actividad.
- No tener derecho a la prestación contributiva por desempleo.
- No estar en ninguna situación de incompatibilidad que impida el cobro del subsidio.
Con estos criterios claros, ¿cumples el perfil? Si es así, puedes avanzar al siguiente paso y valorar la duración y las cuantías estimadas.
Duración del subsidio e importes vinculados al IPREM según cada tramo
La cuantía se calcula con el IPREM y desciende con el tiempo: 95% los primeros seis meses, 90% hasta el duodécimo y 80% a partir del año. En números: 570 euros mensuales durante los primeros seis meses; 540 euros del séptimo al duodécimo; y 480 euros si la ayuda continúa desde el mes 13 en adelante.
A su vez, la duración depende de si existen responsabilidades familiares y de los meses cotizados. Sin cargas familiares, la ayuda dura 6 meses cuando se han cotizado 6 o más. Con cargas, puede ser de 3, 4 o 5 meses si se han cotizado 3, 4 o 5 meses, y alcanzar un máximo de 21 meses si se cotizó más de 6 meses. Por eso, en el escenario de máxima duración (21 meses con cargas familiares), la suma de importes puede llegar a 10.980 euros, rozando los 11.000 euros.
Resumen de importes y posibles duraciones según criterios del SEPE
Concepto | Criterio | Cuantía/Duración |
---|---|---|
Importe mensual (meses 1–6) | 95% del IPREM | 570 € |
Importe mensual (meses 7–12) | 90% del IPREM | 540 € |
Importe mensual (desde mes 13) | 80% del IPREM | 480 € |
Duración sin cargas familiares | Cotizados ≥ 6 meses | 6 meses |
Duración con cargas (cotizados 3, 4 o 5) | Cotizados 3, 4 o 5 meses | 3, 4 o 5 meses |
Duración con cargas (cotizados > 6) | Cotizados más de 6 meses | Hasta 21 meses (máximo) |
Como ves, la combinación de meses cotizados y cargas familiares marca la diferencia. ¿Objetivo? Ajustar expectativas y calcular tu posible recorrido dentro del subsidio.
Cómo y cuándo se solicita la ayuda del SEPE de forma segura
La ayuda se solicita cuando se pierde el empleo de manera involuntaria y no se alcanza el mínimo de 360 días cotizados para el paro. La concesión dependerá de la situación familiar, del número de días cotizados por desempleo y del cumplimiento del límite de ingresos (850,50 euros mensuales en 2025). En consecuencia, conviene verificar cada requisito antes de pedirla; así evitas retrasos y denegaciones innecesarias. Dicho claro: mejor prevenir que tener que volver a empezar.