¿Te acuerdas de cuando las “veinticinco pelas” todavía tintineaban en el bolsillo? Seguramente alguna vez pagaste un helado o el autobús con ellas sin darle mayor importancia. Ahora que hemos saltado al euro, esas monedas se han convertido en pequeñas cápsulas del tiempo… y en ocasiones, en billetes andantes.
Resulta que la edición navarra de 1999, la de San Fermín con su célebre encierro grabado, vale hoy bastante más que su cara amable de bronce dorado. Hablamos de multiplicar por 27 su valor original, casi nada. Y lo mejor es que aún se puede encontrar sin necesidad de hipotecar la faja roja.
¿Por qué la moneda navarra despierta tanta nostalgia?
Pamplona se pinta de blanco y rojo cada 7 de julio y, con el primer cohete, la ciudad entera vibra al ritmo de los toros que cruzan la calle Estafeta. Esa atmósfera festiva se coló en 1999 en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que decidió rendir homenaje a Navarra dentro de su serie de 25 pesetas autonómicas. Se acuñaron exactamente 2.130.000 unidades, suficientes para que muchos navarros y visitantes la usaran en su día a día.
El diseño no pudo ser más simbólico: un mozo corriendo delante de un toro, obra de la grabadora Begoña Castellanos García. A la vuelta, el castillo de Olite y las cadenas de Navarra recordaban que aquello era pura tierra foral. Desde entonces, esta pieza se ha convertido en objeto de deseo para coleccionistas y nostálgicos del “¡Viva San Fermín!”.
Así es la “veinticinco pelas” del encierro
Antes de sacar la lupa, conviene conocer sus números clave. Al fin y al cabo, las monedas también tienen su ficha técnica.
Característica | Detalle |
---|---|
Diámetro | 19,5 mm |
Grosor | 2,1 mm |
Peso | 4,25 g |
Aleación | Bronce de aluminio (aspecto dorado) |
Anverso | Castillo de Olite, leyenda «ESPAÑA», cadenas de Navarra y año 1999 |
Reverso | Encierro de San Fermín, escudo, leyenda «NAVARRA» y valor «25 PTAS» |
Tirada | 2.130.000 unidades |
Como ves, no es una pieza especialmente grande ni pesada; de hecho, presume del característico agujero central que lucían todas las 25 pesetas de la época. Su brillo dorado y el diseño doblemente navarro —turístico por un lado, festivo por el otro— la hacen inconfundible incluso para el coleccionista más despistado.
¿Cuánto podrías sacar por ella hoy?
Pasamos de los 0,15 euros que equivalían a 25 pesetas al desembarcar el euro a un precio medio actual de 3 euros en tiendas numismáticas. Eso ya supone multiplicar por 20 su valor original, algo que ni los depósitos bancarios de los 90 soñaban. Sin embargo, la cosa se dispara en plataformas como eBay, donde algún vendedor optimista la ofrece a 6,90 euros, es decir, ¡27 veces lo que valía en 1999! Claro, que entre lo que se pide y lo que se paga puede haber un trecho tan largo como la cuesta de Santo Domingo.
No obstante, no esperes financiarte las vacaciones en Iruña vendiendo una sola moneda: el mercado dicta precios en función del estado de conservación. Brillo original, ausencia de golpes y el canto bien definido son los tres factores que más suben la cotización, pero aún así hablamos de cantidades moderadas: lo justo para unas cañas, no para un cohete.
Pasos para añadir esta joya a tu colección sin perder la camisa
En primer lugar, échale un vistazo a tu propio bote de las monedas “de recuerdo”; más de uno se sorprende encontrándola al fondo. Si no hay suerte, acude a una tienda numismática de confianza y pregunta directamente por la “25 pesetas Navarra 1999”: suelen rondar los 3 euros y te la dan revisada y protegida. Por último, si prefieres la caza online, comprueba siempre las fotos y la reputación del vendedor antes de darle al “comprar”. Así evitarás sustos y pagar “precio de toro bravo” por una moneda que debería costar poco más que un bocadillo de chistorra.