El profesor de la Universidad de Barcelona defiende que el mejor plan de pensiones es “tener una vivienda” y avisa del riesgo de confiarse con el ‘house flipping’ en un mercado todavía tensionado.
Gonzalo Bernardos lo resume sin rodeos: “Hagan lo posible por comprar una vivienda. Las pensiones del futuro no serán tan generosas como en la actualidad”. Para el economista, el mejor plan de jubilación pasa por “tener una vivienda”, en un contexto en el que los precios siguen altos y las oportunidades vuelan.
Cómo relaciona comprar vivienda con las pensiones futuras y el ahorro previsional
Su tesis es clara: la propiedad actúa como red de seguridad cuando llegue la jubilación. ¿Puede la vivienda convertirse en tu plan de pensiones? Según Bernardos, sí; de ahí su insistencia en priorizar la compra frente a alternativas más inciertas.
Antes de seguir, conviene retener estas claves que vertebran su mensaje:
- Comprar vivienda hoy fortalece el patrimonio futuro y protege ante pensiones menos generosas.
Este enfoque, insiste, no es una invitación a endeudarse sin pensar, sino a valorar la compra como estrategia previsional en un mercado exigente.
Qué es el ‘house flipping’ y por qué Bernardos pide extrema prudencia
En pleno auge del término, Bernardos rebaja el brillo: “El ‘House flipping’ es lo de toda la vida, compra, reforma y vende, pero le pones un nombre extranjero y parece más chulo y más bonito. Esto se ha hecho en España desde hace mucho tiempo”. Advierte que, “como el mercado dé un cambio, que por el momento no está previsto, todos estos van a salir mal parados”.
Para que funcione, recuerda tres condiciones: comprar por debajo del mercado, esperar a una fase alcista y controlar la obra. “La tercera, la reforma que debes de hacer, tiene que aparentar que está muy bien, pero que no sea muy costosa. Igual ganas algún dinero, pero si quieres te presento muchos que la han fastidiado, bien fastidiada”. ¿Merece la pena asumir ese riesgo?
Datos del mercado inmobiliario y diferencias territoriales que condicionan la compra
Una de cada cuatro viviendas se adquiere para invertir, mientras que 1,2 de cada 10 las compran empresas, algunas grandes tenedoras. Para Bernardos, dos salarios mínimos pueden llegar a acceder a hipoteca en buena parte del país, pero hay un freno evidente: “El problema es que estas personas no tienen ahorro previo”.
También subraya que no todo es Madrid y Barcelona. Hay municipios con precios más asequibles, con ejemplos por debajo de 120.000, 100.000 o 80.000 euros. “Y, en Zafra, por 30.000”. Por otro lado, la voz de los inquilinos recuerda la tensión: Ramón Bultó habló de “feudalismo del siglo XXI” y de que muchos trabajadores estables dudan si podrán seguir en su piso.
A continuación, un resumen con los datos mencionados que ayudan a situar el contexto:
| Indicador | Cifra o detalle citado |
|---|---|
| Viviendas compradas para invertir | 1 de cada 4 |
| Viviendas compradas por empresas | 1,2 de cada 10 |
| Jóvenes propietarios | 29% menores de 30 años |
| Subida de precios a inicios de 2025 | 12,7% (INE) |
| Déficit estimado de vivienda | 700.000 unidades |
| Ejemplos de precios bajos | Por debajo de 120.000, 100.000 y 80.000; “Y, en Zafra, por 30.000” |
Estos números explican por qué cada decisión debe meditarse. ¿Cuándo dar el paso? Depende del ahorro, del empleo y del mercado local.
Consejos, cronología reciente y advertencias para quienes dudan entre comprar o alquilar
Bernardos mantiene su apuesta incluso en lo personal: “Que se compre ya una vivienda, porque si no va a tener que pagar muchísimo dinero más”. Lo refuerza con otra afirmación: “Yo asesoro a mi hija para que se compre una vivienda, porque si no se la compra ya, va a tener que pagar muchísimo dinero más”.
Los datos acompañan esa percepción: a principios de 2025, el precio subió un 12,7% y se prevé crecimiento en 2026 por la escasez. El Banco de España ha alertado de que faltan 700.000 casas. En su expresión más gráfica: “Las viviendas buenas ni siquiera dan tiempo a verlas. Las que están bien no da tiempo ni a ir a verlas, se venden solas”. Por lo tanto, quien pueda y quiera comprar deberá moverse con rapidez, pero con cabeza.
