Este hombre nacido en 1971 con 13 carreras y dos doctorados rompe récord académico mundial: “No paro en casa y, aun así, tengo tiempo para todo”

El madrileño de 53 años defiende que no es “un superdotado”, sino un apasionado del aprendizaje constante.

El hombre con más títulos universitarios del mundo se llama Antonio Monroy y vive en Madrid. Con 13 carreras, dos doctorados y tres posgrados, ha superado al italiano Luciano Baietti, estableciéndose como el nuevo referente internacional del éxito académico. A pesar de tamaña hazaña, asegura que no se considera un “empollón” y que su secreto reside en una mezcla de constancia, esfuerzo y curiosidad insaciable.

¿Quién es Antonio Monroy y por qué se le considera el hombre con más títulos universitarios del mundo?

Monroy, nacido en 1971, comenzó su itinerario académico desde muy joven. Logró terminar la Educación General Básica con tan solo 13 años, adelantado a su promoción. Posteriormente, cursó Empresariales y Derecho de forma consecutiva, animado por la idea de combinar ambas disciplinas.

Gracias a su trayectoria como bróker en la bolsa, pudo afrontar un cambio radical de vida cuando decidió estudiar Fisioterapia. Desde entonces, nunca ha vuelto a soltar los libros: suma estudios en Psicología, Criminología, Trabajo Social, Historia del Arte, Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas, Ciencias de la Actividad Física y Deporte, Turismo, Humanidades, Educación Social y Relaciones Laborales y Recursos Humanos, además de doctorados en Economía Financiera y en Actividad Física y Deporte.

Cómo ha conseguido alcanzar el récord con 13 carreras y dos doctorados a sus 53 años

¿Te interesa saber más? Monroy atribuye su éxito académico a la dedicación y a una curiosidad constante. Cuenta que, desde niño, aprendía párrafos completos de memoria, lo que le facilitaba destacar en las aulas. Sin embargo, rechaza la etiqueta de genio o superdotado, recalcando que la fuerza de voluntad es su principal aliada.

Para compaginar tantas carreras, desarrolló la habilidad de planificar su tiempo con precisión. Según relata, nunca ha descuidado su vida social, pues considera que la clave está en mantener el equilibrio: “No paro en casa y, aun así, tengo tiempo para todo”.

En la siguiente tabla se recogen algunas de sus titulaciones más destacadas y la motivación que le impulsó a estudiarlas:

TitulaciónMotivación principal
Ciencias Empresariales y DerechoMejorar su formación en el ámbito jurídico y financiero
FisioterapiaProfundizar en el cuidado físico y la salud
Ciencias de la Actividad Física y DeporteSer el mejor también en el ámbito deportivo
PsicologíaEntender la mente y el comportamiento humano
Relaciones Laborales y Recursos HumanosAmpliar conocimientos en gestión de personas

Como se aprecia, cada carrera responde a una inquietud o pasión concreta, aunque algunas llegaron motivadas por el reto de seguir ampliando horizontes.

Qué planes de estudio mantiene vigentes y por qué sigue compaginando docencia y mercado inmobiliario

Monroy continúa formándose: está matriculado en Nutrición, Marketing, Geografía e Historia y Comunicación. Confiesa que le gusta perfeccionar sus habilidades de manera constante y que la competitividad consigo mismo le impulsa a no dejar de estudiar. Además, ejerce como docente universitario y trabaja en el mercado inmobiliario, lo que demuestra su capacidad para manejar distintos frentes sin perder la motivación.

¿Quién no querría conocer el método de estudio de este auténtico récord viviente? De hecho, Monroy indica que cualquier persona que se fije objetivos claros y se organice bien puede alcanzar grandes metas.

Por otro lado, reconoce que el nivel de exigencia en las universidades ha variado con los años y cree que el Plan Bolonia no ha tenido los resultados esperados en términos de calidad educativa. Aun así, eso no le ha frenado para continuar con sus estudios, pues considera que cada nueva titulación es un homenaje a su difunto tío, quien siempre confió en su talento.

A sus 53 años, Monroy no descarta matricularse en más grados, decidido a alcanzar metas cada vez más altas. De igual forma, agradece la labor de sus primeros profesores, convencido de que una buena base educativa puede marcar la diferencia. “A tesón nunca me ha ganado nadie”, remata con orgullo.

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