¿Te suena eso de estar preparando la cena y, justo cuando vas a salar el filete, suena el móvil con un “¡Buenas tardes, le llamo para ofrecerle…!”? A casi todos nos ha pasado alguna vez y, reconócelo, más de una. Por mucho que la teoría diga que las empresas solo pueden marcar en franjas muy concretas, la práctica demuestra que los teléfonos no entienden de horarios de siesta ni de festivos. Lo peor es que, si cuelgas de golpe, la centralita interpreta que “hay vida al otro lado” y volverá a insistir.
Así, lo que empieza como un simple timbrazo acaba convirtiéndose en una ronda infinita de interrupciones. Por fortuna, existen atajos para cortar el rollo sin soltar una sola palabra de más. ¿El truco? Una app que identifica y manda al limbo a los números marcados como spam antes de que tú siquiera oigas el primer tono.
¿Qué dicen las normas sobre cuándo pueden llamarte?
La Ley General para la Defensa de los Consumidores es clara como el agua del grifo: las empresas no pueden telefonear antes de las 9:00 ni después de las 21:00, y tampoco en festivos ni fines de semana.
Además, los gigantes de las telecomunicaciones en España se han puesto de acuerdo en un código ético algo más estricto: solo se permiten llamadas entre 10:00 y 15:00 y entre 16:00 y 21:00.
Aun así, muchos usuarios siguen sintiéndose perseguidos por varias llamadas a la semana, o al día, lo que demuestra que, entre lo que se firma en el papel y lo que sucede en la pantalla, hay un trecho.
Y sí, deslizar el dedo hacia “colgar” al primer segundo, libera tu oreja, pero también te apunta en la lista de “este número existe, probemos luego”.
Horarios de llamada: lo permitido y lo prohibido
Para que no haya dudas, aquí va un resumen visual de los tramos:
Franja horaria | ¿Se permite llamar? |
---|---|
00:00 – 08:59 | No, bajo ningún concepto |
09:00 – 09:59 | Sí, pero solo por ley, no por código ético |
10:00 – 15:00 | Sí, permitido por ley y código ético |
15:01 – 15:59 | No, lo veta el código ético |
16:00 – 21:00 | Sí, dentro de ambas normas |
21:01 – 23:59 | Prohibido total |
En festivos y fines de semana rige un rotundo “ni se te ocurra”, sin excepciones.
¿Por qué colgar no funciona?
En cuanto detectan un corte brusco, los sistemas automáticos marcan tu línea como “posible cliente ocupado”. Resultado: a los pocos minutos, o al día siguiente, otra llamada idéntica. Por si fuera poco, ese bucle se retroalimenta: cada intento fallido sube en la lista de “números a insistir”, igual que un jefe pesado que te recuerda “pendiente” en el chat de la oficina.
Por tanto, la solución pasa por evitar que la llamada llegue a sonar o, al menos, que el bot no sepa que has descolgado. Y aquí entra en juego la tecnología que todos llevamos en el bolsillo.
Cómo bloquear el spam telefónico en solo 10 segundos
La receta milagrosa es tan sencilla como instalar una aplicación de filtro de llamadas (las hay gratuitas en cualquier tienda de apps) que detecta teléfonos denunciados o catalogados como SPAM. Una vez activada, la app identifica el número sospechoso en milésimas de segundo y lo silencia o cuelga de forma automática por ti.
- Paso 1: Descarga la app y concede permisos de “identificación y bloqueo”.
- Paso 2: Activa la base de datos de números reportados.
- Paso 3: Respira tranquilo; tu móvil hará de portero y filtrará las “ofertas irresistibles” antes de que te arruinen la siesta.
Al bloquearlos desde el inicio, esos operadores nunca oyen tu voz, así que tu línea desaparece de sus registros activos: fin de la tortura.
Si ya estabas harto de jugar al gato y al ratón con los comerciales, este sistema te ahorra tiempo, batería y paciencia. Porque, aunque la ley marque horarios y la ética añada capas, a veces la mejor defensa es un buen filtro automático. Y quién sabe, quizá así, la próxima vez que suene el teléfono a la hora de la merienda, sea tu colega… y no “el chollo del siglo” que nunca pediste.