El consejo de los abogados que puede evitar que pierdas parte de tu patrimonio al repartir la herencia

Expertos coinciden en que planificar y hacer testamento evita problemas; la liquidación del Impuesto de Sucesiones y sus plazos concentran los fallos más habituales.

Planificar la herencia no es sencillo, pero sí imprescindible para que no sea el sistema quien decida sobre bienes y patrimonio. Distintos abogados consultados insisten en que conviene preparar un testamento a tiempo y con criterio. Coinciden en un aviso claro: “El primer error es el clásico, el de la liquidación de los impuestos de sucesiones”. ¿Cómo evitarlo y qué decisiones conviene tomar desde hoy?

Qué recomiendan los abogados de herencias sobre testamento y reparto de bienes

El testamento es una herramienta flexible. De hecho, puede resultar más útil ir haciendo legados y asignar bienes concretos que optar por una fórmula genérica. Como apunta David Jiménez, “Puede ser más interesante ir haciendo legados, dejando bienes concretos a cada uno, que hacer un testamento genérico”.

¿De verdad hay que repartir a partes iguales entre los hijos? No necesariamente. Iñaki Barredo recuerda que no tiene por qué ser a tercios: si hay liquidez suficiente, dos herederos podrían recibir la vivienda y otro el saldo bancario más el coche. Por lo tanto, conviene analizar el patrimonio y buscar el encaje más eficiente.

Y un aviso que se repite: prescindir del testamento es un fallo mayúsculo. En palabras de Jiménez, “El primer fallo es no tener un testamento porque al final se aplica la ley y no se acomoda bien a tu circunstancia”. En consecuencia, adelantarse evita conflictos familiares y costes innecesarios. Aquí se suele tropezar más de lo que parece.

Errores frecuentes al planificar la herencia que conviene evitar

  • No hacer testamento y dejar que la ley reparta sin atender circunstancias.
  • Repartir a partes iguales sin estudiar legados ni alternativas posibles.
  • Olvidar los plazos del Impuesto de Sucesiones y su prórroga.
  • Aceptar la herencia sin valorar deudas ni usar beneficio de inventario.

Además, sobre la eterna duda donación en vida o herencia, varios especialistas se inclinan por heredar la vivienda frente a donar, al considerar que puede resultar más rentable y modificable mientras el testador viva.

Plazos del impuesto de sucesiones y cómo evitar errores costosos

La gestión fiscal es el “clásico” tropiezo. Manuel Hernández lo resume con precisión: «Tenemos seis meses desde el fallecimiento para tramitar el impuesto de sucesiones y cinco meses para solicitar la prórroga». Por consiguiente, controlar el calendario marca la diferencia entre una tramitación tranquila y un recargo inesperado.

A continuación, un cuadro útil para tener los tiempos a la vista. Úsalo como recordatorio práctico antes de iniciar los trámites.

GestiónPlazo desde el fallecimientoQué implica
Impuesto de Sucesiones6 mesesPresentar y liquidar el impuesto dentro del periodo ordinario establecido.
Solicitud de prórroga5 mesesPedir la ampliación del plazo antes de agotar el término inicial.

Por otro lado, planificar con margen permite reunir documentación, calcular valores y decidir un reparto coherente con la realidad del patrimonio. En resumen, calendario en mano y papeles listos.

Cómo actuar ante deudas y aceptar la herencia con seguridad jurídica

Antes de aceptar, toca hacer números. No todas las herencias compensan y algunas pueden esconder deudas: son las llamadas “herencias envenenadas”. ¿La clave? Comprobar cargas y, si hay dudas, optar por la aceptación a beneficio de inventario. Así se limita la responsabilidad del heredero al valor de lo recibido y se evita que las deudas superen el activo. Si se renuncia, no habrá marcha atrás; por tanto, decidir con información es esencial.

En consecuencia, conviene: revisar la existencia de préstamos, sanciones y gastos de gestión; valorar alternativas de reparto mediante legados; y, posteriormente, decidir la vía de aceptación que mejor proteja el patrimonio familiar. ¿Lo tienes claro? Un buen testamento y una tramitación fiscal puntual suelen ser el mejor seguro frente a problemas futuros.

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