El Banco de España alerta de un error muy peligroso al pagar el alquiler de una vivienda: cuidado con las “señales”

El organismo alerta de que ha crecido el riesgo para quienes envían transferencias como “señal” para reservar vivienda, una práctica que puede facilitar fraudes y dejar al inquilino sin protección.

El Banco de España ha puesto el foco en una tendencia al alza: adelantar una mensualidad por transferencia para amarrar un piso. La medida, habitual en portales inmobiliarios, puede convertirse en el caldo de cultivo perfecto para estafadores. ¿De verdad conviene adelantar dinero antes de firmar? La respuesta, según el organismo que dirige José Luis Escrivá, invita a extremar la prudencia.

Fechas y contexto reciente que explican el riesgo al alquilar mediante transferencia

En los últimos meses, la institución ha observado un aumento de prácticas fraudulentas vinculadas a estas “señales”. El trasfondo ayuda a entenderlo: alrededor del 18% de la población en España vive de alquiler y el año pasado se alquilaron 717.338 viviendas, un 11% menos que en 2023. Hay menos oferta y precios más altos; por lo tanto, más prisas y más decisiones impulsivas. De ahí que el aviso llegue en un momento especialmente sensible para miles de hogares.

¿Quién puede verse afectado por esta estafa al pagar alquiler por transferencia? Cualquier persona que busque vivienda en portales como Fotocasa o Idealista puede toparse con anuncios de grandes casas a precios muy atractivos. ¿Ganga o trampa? El esquema es simple: el supuesto propietario pide un “adelanto” por transferencia como prueba de interés y, una vez recibido, desaparece. No existe contrato ni garantías. En consecuencia, el usuario se queda sin vivienda y sin dinero.

Cómo solicitar y formalizar el alquiler con garantías evitando transferencias arriesgadas

El Banco de España aconseja evitar el pago por transferencia cuando no hay contrato firmado entre arrendatario y arrendador. Y recuerda por qué: «Antes de proceder, piénsatelo bien, porque las transferencias son mandatos de pago irrevocables». Esto quiere decir que, una vez ejecutada, la orden no se puede cancelar salvo en casos muy tasados. No te la juegues: primero contrato, luego pago, y siempre dejando rastro documental.

Antes de ver la excepción, conviene aclarar un punto clave. Ni el banco emisor ni el receptor están obligados a reembolsar el importe si el usuario ha autorizado la operación. Por consiguiente, la prevención es la mejor defensa.

Únicos supuestos en los que una transferencia podría revertirse

  • Que el beneficiario devuelva el dinero voluntariamente.
  • Que una orden judicial obligue a la reversión.

Como se ve, son escenarios poco frecuentes y que dependen de terceros. Por otro lado, el organismo insiste en que estos “adelantos” son especialmente peligrosos cuando todo se hace online y sin ver la vivienda ni firmar nada.

Qué organismos participan y qué hacer si ya has sufrido el fraude

Si el daño ya está hecho, el protocolo recomendado comienza por contactar urgentemente con el banco. En algunos casos, si la transferencia no se ha procesado aún, podría bloquearse. Posteriormente, hay que denunciar ante la policía y aportar todas las pruebas disponibles: capturas de pantalla, correos electrónicos, contratos falsos y cualquier rastro de la conversación. Aunque no garantiza recuperar el dinero, este procedimiento facilita identificar al estafador y su persecución legal. Además, organizaciones de consumidores como la OCU subrayan que la prevención sigue siendo la herramienta más eficaz.

A continuación, se resumen las actuaciones más habituales para orientar al afectado en los primeros pasos. ¿Qué puedes hacer desde ya para minimizar el impacto?

SituaciónActuación recomendada
Transferencia enviada y todavía en procesoContactar urgentemente con el banco para intentar bloquearla.
Fraude consumado y dinero debitadoPresentar denuncia policial con pruebas: capturas, emails y contratos falsos.
Expectativas de recuperación del dineroNo está garantizada; la denuncia ayuda a identificar al estafador.

En definitiva, la regla de oro es clara: sin contrato, no hay pago. Y, si algo parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo sea. ¿El consejo final? Verifica, documenta y, si dudas, frena a tiempo.

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