El aviso de Gonzalo Bernardos sobre las herencias en vida: “Antes de la donación todo es maravilloso, pero…”

Donar el patrimonio antes de fallecer puede parecer atractivo, pero conlleva peligros económicos y emocionales que el economista Gonzalo Bernardos invita a tener muy en cuenta.

¿Por qué conviene pensárselo dos veces con las donaciones en vida? Donar bienes a hijos o familiares antes de fallecer se ha convertido en una práctica cada vez más habitual. ¿El principal motivo? Garantizar el futuro de los seres queridos, evitando posibles conflictos sucesorios. Sin embargo, el reputado economista Gonzalo Bernardos ha lanzado un serio aviso: “Antes de la donación todo es maravilloso, pero todo puede llegar a cambiar” en el momento en que se efectúa la transferencia.

Gonzalo Bernardos subraya que, tras materializarse la donación, las relaciones familiares pueden experimentar giros bruscos, derivando en problemas económicos o incluso roces personales que afectan al propio donante. De ahí la importancia de conocer las implicaciones legales y fiscales de las herencias en vida, así como de valorar en profundidad las motivaciones y las consecuencias de esta decisión.

Cómo las donaciones en vida pueden alterar por completo la armonía familiar

“Antes de la herencia todo es espectacular, fantástico, maravilloso… Pero, al recibir la donación, todo puede llegar a cambiar”. Estas palabras de Bernardos reflejan un escenario cada vez más común. Es habitual que los beneficiarios, una vez adquiridos los bienes, modifiquen su actitud hacia el donante.

¿Te interesa saber más sobre el riesgo emocional? Mientras algunos herederos mantienen un vínculo cercano, otros pueden distanciarse o incluso desentenderse de la persona que hizo la donación. Esto puede generar una gran incertidumbre en quien dona su patrimonio, sintiéndose desamparado o incapaz de revertir la situación, dado que el traspaso de los bienes ya se ha formalizado.

¿Qué supone el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones para los herederos en España?

Otro de los puntos en los que Bernardos incide es el plano fiscal. El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) varía según la comunidad autónoma, por lo que en algunos territorios la carga puede ser muy elevada.

La cuantía depende del valor total de los bienes y del grado de parentesco con el donante. Curiosamente, este desembolso suele ser mayor en las donaciones en vida que en las herencias post mortem. ¿La razón? El traspaso inmediato eleva el patrimonio del donatario, gravándolo de forma directa.

Antes de proceder con la donación, conviene estudiar tanto la situación financiera del donatario como los gastos que deberá asumir. He aquí una tabla comparativa de forma orientativa:

Tipo de transmisiónCarga fiscal aproximada
Donación en vidaPuede ser más elevada, dependiendo de la comunidad autónoma y el valor de los bienes
Herencia post mortemGeneralmente más reducida, pero también sujeta a variaciones según la región y la cuantía heredada

Como muestra este ejemplo, la diferencia puede ser importante. Por tanto, no prever los impuestos y no contar con un plan de pago puede provocar que el beneficiario tenga que vender parte de los bienes recién recibidos para afrontar el gravamen.

¿Cómo minimizar riesgos legales y financieros antes de donar bienes?

Por si fuera poco, la donación en vida puede acarrear reclamaciones, impugnaciones o incluso la revocación parcial de lo donado. La mejor forma de evitar disgustos pasa por una buena asesoría legal y, sobre todo, por una planificación adecuada.

A continuación, se presenta una lista con algunos pasos que pueden servir de guía:

  • Acudir a un profesional: contar con un abogado especializado o un asesor financiero.
  • Analizar la normativa autonómica: revisar los tipos impositivos y las bonificaciones en cada región.
  • Valorar la situación personal y familiar: ¿existen posibles conflictos entre los herederos?
  • Conocer los límites de la revocación: en qué supuestos puede revertirse la donación.

Estos aspectos no solo ayudan a reducir la carga tributaria, sino que además permiten tomar una decisión más sensata. Bernardos insiste en que muchas personas se precipitan al creer que están haciendo un favor a sus descendientes, cuando en la práctica podrían complicarles su futuro económico.

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