La exención fiscal busca incentivar la movilidad sostenible y abaratar la compra de vehículos de segunda mano que cumplan con la etiqueta CERO.
La medida, a punto de votarse en el Parlament, prevé un tipo 0% en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) para la adquisición de coches eléctricos usados entre particulares. Hasta ahora, el comprador debía pagar un 5% (entre el 4% y el 8% en otras comunidades). Con esta iniciativa, la Generalitat quiere impulsar la electrificación y reducir uno de los principales escollos: el precio.
El nuevo plan fiscal de Cataluña y su impacto en la movilidad eléctrica
La Generalitat ha anunciado un paquete de medidas que incluye la supresión del ITP en la compraventa de vehículos de cero emisiones cuando se realice entre particulares. Se trata de un paso más para cumplir el objetivo de extender la red de coches eléctricos, apoyado también por la futura instalación de 4.000 nuevos puntos de carga pública. ¿Será suficiente para animar a más conductores a dar el salto?
En la actualidad, la mayoría de compras de coches eléctricos usados se producen a través de empresas y profesionales de la compraventa, que ofrecen garantías sobre el estado de las baterías y el funcionamiento del vehículo. Aun así, el Govern insiste en que esta eliminación de impuestos estimulará el mercado privado, lo que podría aumentar el número de transacciones entre particulares.
Cómo afecta la exención del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales a los compradores
Hasta ahora, si un conductor adquiría un coche eléctrico de segunda mano a otro particular, tenía que abonar el ITP. Por ejemplo, para un precio de 15.000 euros, se sumaban 750 euros en ciertas comunidades (5%). Con la nueva norma, ese coste desaparece. ¡Ojo con los detalles de la transacción! El IVA sigue en vigor cuando la venta procede de un comerciante, ya que depende del Ministerio de Hacienda y no de la Generalitat.
Por otro lado, algunos profesionales del sector critican la medida porque, según indican, fomenta las operaciones sin supervisión técnica y deja fuera los servicios de garantía que ofrecen los vendedores profesionales. De hecho, solo el 7,5% de las compras de eléctricos usados se realiza actualmente entre particulares, mientras que el resto procede de concesionarios, empresas o alquileres.
Comparativa de costes al adquirir un coche eléctrico usado a un particular o un profesional
En la siguiente tabla se resumen las principales diferencias en materia de impuestos para un precio de venta hipotético de 15.000 euros:
Tipo de venta | Impuesto aplicable | Ejemplo de coste |
---|---|---|
Venta entre particulares | ITP (5% en Catalunya, ahora 0% con la nueva norma) | Antes: 750 € / Ahora: 0 € |
Venta a través de un comerciante | IVA especial (Rebu) sobre la comisión del profesional | Puede rondar los 840 € si la ganancia es de 4.000 € |
Como ves, la exención del ITP reduce notablemente los gastos de quienes compran a otro particular. Sin embargo, adquirir el coche a un profesional ofrece la ventaja de contar con un margen legal de garantía y revisiones previas, algo crucial cuando hablamos de la capacidad de carga real de la batería.
Recomendaciones para revisar la capacidad de carga de las baterías antes de comprar
¿Te interesa comprobar el estado de las baterías sin llevarte sorpresas? Estas son algunas pautas que conviene seguir:
- Solicitar un informe oficial de la vida útil de la batería.
- Revisar el número de ciclos de carga completados.
- Realizar una prueba de conducción con mediciones de autonomía.
- Pedir asesoramiento a talleres especializados en coches eléctricos.
Estas precauciones pueden marcar la diferencia a la hora de comprar un vehículo de segunda mano, sobre todo si no se cuenta con la garantía que suelen ofrecer los concesionarios.
La decisión de la Generalitat de eliminar el ITP en la venta de coches eléctricos usados entre particulares busca agilizar la transición hacia una movilidad más limpia. Sin embargo, algunos expertos señalan que esta medida rompe el equilibrio entre los canales de venta profesional y particular. En cualquier caso, el impacto real se verá tras su votación en el Parlament y la posterior aprobación definitiva.