Hacienda refuerza la supervisión sobre los movimientos bancarios para frenar la economía sumergida y evitar pagos opacos en efectivo. Quien retire grandes sumas, o lo haga de forma reiterada, podría enfrentarse a fuertes sanciones.
El pasado lunes 28 de abril, España vivió un apagón eléctrico que duró varias horas, dejando a muchas personas sin posibilidad de pagar mediante tarjeta o aplicaciones digitales. Este suceso puso de manifiesto que, pese al avance de los medios de pago electrónicos, un gran número de ciudadanos sigue prefiriendo el dinero en efectivo. No obstante, Hacienda ha puesto el foco en los billetes de euro y, a raíz de las últimas disposiciones, se ha intensificado el control de las retiradas de efectivo en los cajeros automáticos. ¿Te interesa saber más sobre estas nuevas restricciones?
¿Por qué Hacienda está vigilando con lupa todas las retiradas de efectivo?
La Agencia Tributaria pretende combatir la economía sumergida, es decir, aquellas transacciones que no se registran oficialmente y que escapan del pago de impuestos. De ahí que ahora se exija a las entidades bancarias que informen sobre cualquier retirada que supere los 3.000 euros. Además, si las extracciones por debajo de esa cifra se realizan con frecuencia y sin comunicarlo previamente, también pueden llevar aparejadas sanciones.
Para el Gobierno, esta medida responde a la necesidad de perseguir actividades fraudulentas. Sin embargo, ciertos expertos señalan que estas políticas podrían dificultar el acceso rápido al efectivo. Ante casos de emergencia, como el apagón ocurrido recientemente, muchas personas necesitan disponer de dinero en billetes para pagar, sobre todo cuando los sistemas digitales dejan de funcionar.
Cómo funcionan las sanciones y qué límites están establecidos por el Estado
Si bien no se castiga automáticamente cualquier extracción, sí existen umbrales concretos que Hacienda vigila con especial atención. En este sentido, la multa puede ascender hasta el 150% del importe retirado si no se justifica la procedencia del dinero. Además, la normativa limita los pagos en efectivo a 1.000 euros. Tanto el comprador como el vendedor se exponen a sanciones si se supera esa cantidad sin utilizar métodos bancarios o electrónicos. A continuación, se muestra una tabla resumida sobre los límites y las consecuencias:
Operación | Límite/Alerta | Posibles Sanciones |
---|---|---|
Retiradas puntuales en efectivo | A partir de 3.000 euros | Multas de hasta el 150% del importe si no se justifica el origen |
Retiradas recurrentes por debajo de 3.000 euros | Frecuencia sin notificar | También sujetas a investigación y posibles sanciones |
Pagos en metálico en comercios y negocios | Máximo de 1.000 euros | Sanciones compartidas entre comprador y vendedor |
Excesos sin declarar de manera formal | Cualquiera que infrinja la norma | Hasta 150.000 euros de multa en casos de gran gravedad |
Como se ve, no hay una cifra única que active la sanción, sino un conjunto de situaciones en las que, por un lado, la regularidad de las extracciones y, por otro, el desconocimiento de la normativa, pueden acabar costando muy caro.
Pasos a seguir para realizar extracciones sin riesgo de recibir multas graves
Lo primero que conviene hacer es informar al banco si se va a extraer una cantidad relevante de efectivo. Hay entidades que ofrecen un formulario específico para comunicar movimientos superiores a 3.000 euros. Además, es recomendable conservar los justificantes de ingreso y la documentación que acredite la procedencia del dinero (por ejemplo, la nómina o la venta de un vehículo).
Por otro lado, si se requiere disponer de efectivo con frecuencia (por razones laborales o personales), lo ideal es plantear la situación a la entidad financiera y a la Agencia Tributaria para evitar sorpresas. ¿Quiénes pueden olvidarse de estos trámites? Aquellos que realicen retiradas pequeñas y esporádicas, siempre que no sobrepasen los umbrales establecidos y estén asociadas a ingresos declarados correctamente.
Recomendaciones del Banco de España para contar con un colchón de seguridad financiera
En paralelo a las medidas de Hacienda, el Banco de España aconseja a los ciudadanos disponer de un fondo de emergencia suficiente para cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos. Esto no implica necesariamente tener todo en billetes, sino destinar una parte a efectivo y otra a cuentas bancarias o productos de ahorro.
La idea es que, ante imprevistos como cortes de luz o fallos en los sistemas de pago digitales, exista la posibilidad de hacer frente a los gastos cotidianos. Así, el consejo principal del organismo regulador es equilibrar la seguridad de los métodos electrónicos con la tranquilidad de disponer de efectivo, todo ello sin dejar de lado las exigencias legales que establece Hacienda.