Montar un negocio no es ningún paseo y, desde luego, barato no es. En 2013, Gonzalo Calvo decidió abrir su primer Saona en Valencia y se lanzó con una inversión de 550.000 euros. Doce años después, el grupo factura más de 60 millones de euros al año con el conjunto de sus locales. Según cuenta, un restaurante puede llegar a ingresar 250.000 euros en un mes y la media por local ronda 1,2 millones anuales. En la web del grupo animan a quien pueda asumirlo a abrir su propia franquicia y dan toda la información. Hoy la marca suma más de 70 restaurantes en toda España.
¿Cuánto cuesta abrir un Saona y qué números pone sobre la mesa?
Abrir un Saona exige, de partida, 550.000 euros. No es calderilla, pero el propio fundador lo defiende con pragmatismo: “Es verdad que es dinero, pero para el retorno y las calidades que tiene, creo que está bastante bien en comparación con otras cadenas”. El grupo, en conjunto, declara más de 60 millones de euros de facturación anual, y un local concreto, en su mejor registro, ha llegado a 250.000 euros en un solo mes.
A continuación se resumen las cifras clave citadas por el propio empresario y los datos que el grupo expone en su apartado “Saona en números”:
| Indicador | Cifra |
|---|---|
| Inversión inicial por restaurante | 550.000 euros |
| Facturación anual del grupo | más de 60 millones de euros |
| Facturación media anual por restaurante | 1,2 millones de euros |
| Máximo registrado por un local en un mes | 250.000 euros |
| “Saona en números”: comidas diarias por local | cerca de 15.000 comidas diarias |
| Restaurantes en España | más de 70 |
| Año de apertura del primer Saona | 2013 |
Que el ticket de entrada sea alto no significa que el camino esté hecho. De hecho, Calvo subraya que el despegue fue lento y dependió mucho del boca a boca. Por tanto, la lectura es doble: inversión potente y paciencia con método.
¿Cómo pasó de pelar patatas a dirigir un grupo con más de 70 locales?
El origen fue humilde y bastante manual. Calvo recuerda sus comienzos en la cocina: “Entonces yo pelaba patatas en la cocina porque no tenía mucha experiencia en hostelería y ayudaba a la cocinera Amparo Grimalt, actual chef ejecutiva de Saona”. Las primeras semanas sirvieron “cuatro comidas a mediodía”, pero al año ya eran 50. El boca a boca hizo su trabajo y el proyecto empezó a cuajar en Valencia.
La ambición llegó pronto. Al año de abrir el primer local, fue a por el segundo, aunque le aconsejaron que frenara y ahorrara. En 2017 ya contaba con alrededor de una docena de restaurantes Saona en la Comunidad Valenciana. En paralelo, el fundador alimentó su carácter emprendedor desde adolescente: organizó viajes a la nieve, montó fiestas con entrada, reparó y vendió bicicletas y dio clases particulares. En su casa cocinaba para comer bien, y, como guiño culinario, reconoce que su especialidad es “cualquier tipo de arroz”.
Franquicia Saona: qué tener claro antes de tirarse a la piscina
Calvo anima “a quienes puedan económicamente” a abrir una franquicia de Saona. ¿Franquicia? Abrir un local bajo una marca ya existente y siguiendo sus condiciones y estándares. En la web del grupo, según señalan, está toda la información para iniciar el proceso. Ahora bien, números en mano, conviene afinar expectativas y plan.
A modo de guía práctica con los datos disponibles, aquí van los mínimos imprescindibles que conviene revisar antes de dar el paso:
- Calcula la inversión: 550.000 euros por restaurante.
- Ajusta expectativas de ingresos: máximo registrado de 250.000 euros en un mes y media anual por local de 1,2 millones de euros.
- Valora la exigencia operativa: el apartado “Saona en números” habla de cerca de 15.000 comidas diarias por restaurante.
- Consulta la web del grupo: ahí detallan el proceso para franquiciar.
- Analiza el mapa actual: ya hay más de 70 restaurantes en España; elige ubicación con cabeza.
- Recuerda el aprendizaje del fundador: empezó sin experiencia en hostelería y se apoyó en su equipo (con Amparo Grimalt como referente en cocina).
En resumen, esto va de combinar músculo financiero, expectativas realistas y mucha constancia. Si lo tuyo es la restauración y puedes asumir la entrada, los datos de Saona pintan un escenario ambicioso, sí, pero con pies de plomo: inversión fuerte, crecimiento paso a paso y resultados que, cuando salen, pueden ser más que interesantes.
