Si eres de los que rellenan la botella en la fuente del barrio, en Martorell puede salir caro. El Ayuntamiento ha aprobado este lunes una modificación de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Uso de la Vía Pública que prohíbe llenar garrafas, botellas o cualquier envase en las fuentes públicas. La multa por hacerlo llega hasta 750 euros. La misma norma sanciona colgar carteles o pancartas en «zonas no habitables» como una pared, una farola o una parada de autobús, con cuantías entre 751 y 1.500 euros.
La decisión la ha tomado el gobierno local, una coalición de Junts y PSC con mayoría absoluta en el pleno. La plataforma vecinal «Alianza por el acceso al agua» sostiene que se «castiga a las personas más humildes» y denuncia que «desde hace semanas» el Ayuntamiento «mantiene cerradas» las fuentes de agua públicas.
¿Qué ha aprobado exactamente el Ayuntamiento de Martorell?
El Ayuntamiento de Martorell (Barcelona) aprobó este lunes una modificación de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Uso de la Vía Pública, es decir, el reglamento municipal que marca lo que se puede y no se puede hacer en la calle.
La novedad es clara: se prohíbe llenar garrafas, botellas o cualquier envase en las fuentes públicas. Ese pequeño “apaño” para salir del paso ahora puede convertirse en un gasto, porque la sanción alcanza hasta 750 euros.
¿Cuánto te pueden multar por rellenar botellas o por colgar carteles?
Las cifras no dejan lugar a dudas y conviene tenerlas a mano. Así quedan las sanciones según la conducta descrita en la ordenanza.
| Infracción | Sanción prevista |
|---|---|
| Llenar garrafas, botellas o cualquier envase en fuentes públicas | Hasta 750 euros |
| Colocar carteles o pancartas en «zonas no habitables» (pared, farola o parada de autobús) | De 751 a 1.500 euros |
Como se ve, la diferencia es notable: de hasta 750 euros a un tramo entre 751 y 1.500 euros si se trata de cartelería en «zonas no habitables». Por tanto, pegar una pancarta en una farola puede salir incluso más caro que llenar una garrafa.
¿Por qué hay polémica y qué dicen los vecinos?
La plataforma «Alianza por el acceso al agua» interpreta la medida como un ataque que acaba por «castigar a las personas más humildes». Defienden que el agua es un derecho y que, por lo tanto, no puede privatizarse.
Además, aseguran que «desde hace semanas» el Ayuntamiento «mantiene cerradas» las fuentes de agua públicas de la ciudad, y lamentan «el paso más allá» que atribuyen a Junts y PSC con la prohibición. La entidad remarca una idea central: «El acceso al agua no es un privilegio, es un derecho fundamental».
¿Qué puedes hacer como vecino para no llevarte un multón?
Más allá del debate, está el día a día: nadie quiere una sorpresa en forma de sanción. Estos pasos prácticos ayudan a evitar problemas mientras la norma está vigente.
- No rellenes garrafas, botellas ni cualquier envase en las fuentes públicas de Martorell.
- Evita colocar carteles o pancartas en paredes, farolas o paradas de autobús, consideradas «zonas no habitables» por la ordenanza.
- Pide información en el Ayuntamiento de Martorell sobre la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Uso de la Vía Pública para conocer el detalle de las conductas sancionadas.
- Si recibes una notificación de sanción, revisa el expediente y los plazos que figuren en el documento antes de actuar.
- Si te preocupa el acceso al agua en tu barrio, traslada tu posición a tu asociación vecinal o a plataformas como «Alianza por el acceso al agua».
En consecuencia, prevenir es mejor que pagar: cumplir la norma y aclarar dudas directamente con el consistorio es la manera más rápida de ahorrarse disgustos (y euros).
¿Quién tomó la decisión y con qué apoyos?
La normativa ha sido aprobada por el Ayuntamiento de Martorell, con el gobierno municipal que comparten Junts y PSC, y mayoría absoluta en el pleno. Es decir, la coalición dispone de votos suficientes para sacar adelante la modificación.
Ese contexto político facilita la aprobación, aunque el debate social sigue abierto por las críticas vecinales. Al final, lo que se decide en el salón de plenos acaba notándose en la calle… y, si no se está atento, también en el bolsillo.
