Las cuentas que permanecen inactivas durante dos décadas pueden transferirse al Tesoro Público si el titular no responde a los avisos previos del banco.
¿Guardas una cuenta olvidada desde hace años? El Banco de España, a través del Portal del Cliente Bancario, recuerda que las cuentas no caducan por sí solas: mientras no se cancelen expresamente, continúan activas y pueden generar gastos. Si se acumulan 20 años sin movimientos, el saldo pasa al Estado conforme a la normativa vigente. Por eso conviene revisar datos de contacto y cerrar las que ya no utilizas. ¡Que no te pille el toro!
Qué cuentas bancarias pueden perderse y por qué conviene cerrarlas bien
El aviso afecta a cualquier titular con una cuenta abierta sin actividad y también a sus herederos en caso de fallecimiento. Aunque el saldo sea cero, la relación contractual sigue viva hasta que se solicita el cierre por los cauces oficiales, por lo que pueden devengarse comisiones de mantenimiento o administración. ¿Te suena esa cuenta que abriste para una promoción y no volviste a usar? Mejor actuar a tiempo que lamentarlo después.
Antes del traspaso de fondos al Tesoro Público, la entidad debe verificar la situación del titular o, si procede, de sus herederos, y comunicar la inactividad por los canales disponibles: correo, email o teléfono. Si no hay respuesta, el dinero se transfiere al Estado según la Ley General Presupuestaria. Posteriormente solo los herederos acreditados podrán reclamar, de ahí la importancia de atender los avisos.
Plazos legales y verificación antes del traspaso del saldo al Estado
Una cuenta se considera legalmente inactiva cuando suma 20 años consecutivos sin ingresos, transferencias ni reintegros. Ese cómputo marca el punto de no retorno si el banco no logra contactar con el titular o no obtiene respuesta.
Para evitar sorpresas, actualiza tus datos con la entidad y conserva pruebas de cualquier gestión. De hecho, con el auge de la banca digital y la apertura masiva de productos desde el móvil, aumentan las cuentas con uso esporádico que acaban en el olvido. Entre 2018 y 2022, se abrieron 2,2 millones de cuentas online y rozaron los 10 millones, mientras el peso de la banca tradicional pasó del 88% al 86%. La comodidad es evidente; el riesgo de desatención, también.
Cómo cancelar la cuenta correctamente y evitar comisiones por inactividad
El Banco de España recomienda cursar la cancelación por escrito y obtener confirmación del banco. Lo idóneo es dejar el saldo a cero y solicitar un justificante de cierre, ya sea de forma presencial, mediante banca online o por correo certificado. Guarda ese documento: es la prueba de que la relación contractual terminó. Si las comisiones acumulan un saldo negativo, la entidad puede reclamar la deuda; el descubierto originado solo por comisiones no genera intereses por sí mismo.
Antes de seguir, un resumen práctico del trámite y las situaciones frecuentes. Revísalo y aplica el que encaje con tu caso.
| Situación | Qué conlleva | Qué hacer |
|---|---|---|
| Cuenta activa sin uso | Posibles comisiones y correspondencia periódica | Pedir el cierre por escrito y conservar el justificante |
| Veinte años sin movimientos | Traspaso del saldo al Tesoro si no hay respuesta | Atender avisos y acreditar titularidad o herencia |
| Datos de contacto desactualizados | Riesgo de no recibir notificaciones del banco | Actualizar teléfono, email y dirección cuanto antes |
Además, en caso de fallecimiento del titular, la familia debe informar a la entidad para tramitar el acceso a la información y, si procede, la cancelación. Así se evita que la cuenta quede bloqueada por inactividad con el paso del tiempo.
Para ir al grano, estas son las claves que conviene tener presentes:
- Las cuentas no caducan solas: si no las cierras, siguen operativas.
- Veinte años sin movimientos bastan para que el saldo pase al Estado.
- El banco debe avisar y verificar titular o herederos antes del traspaso.
- Cierra por escrito y guarda el justificante; a cero no significa cancelada.
- Revisa periódicamente tus cuentas y mantén los datos de contacto al día.
En conclusión, revisar, actualizar y cancelar cuando proceda. Un trámite sencillo hoy evita quebraderos de cabeza mañana. ¿La mejor estrategia? Llevar un registro de todas tus cuentas, especialmente las digitales, y dejar constancia documental de cada paso.
