El inquilino presentó nóminas falsas y subarrendó la vivienda en Airbnb. La pareja dueña del piso, en París, solo recuperó su casa en abril de 2025, cuando la deuda ya se había disparado.
El caso comenzó como el “alquiler perfecto” y terminó en una estafa millonaria. Un supuesto piloto de avión convenció a una agencia y a unos propietarios con documentación falsa, pagó la primera mensualidad y desapareció. Meses después, descubrirían que el apartamento se explotaba en Airbnb sin permiso, con un perjuicio final de 190.000 euros.
Quién era el supuesto piloto y cómo logró alquilar el piso de lujo en París
La pareja puso en el mercado, en 2023, un piso de 269 metros cuadrados por 9.300 euros al mes, más 700 euros de gastos. La inmobiliaria les presentó el expediente de un inquilino “ideal”: piloto de línea con supuestos ingresos de 30.000 euros mensuales. ¿Quién no alquilaría a alguien así?
Antes de seguir, estos son los datos esenciales del perfil y del alquiler inicial que explican por qué coló:
- Piso de 269 m² en París, ofertado en 2023.
- Renta mensual de 9.300 € más 700 € de gastos.
- Dossier con nóminas que reflejaban 30.000 € al mes.
- Abonó solo la primera mensualidad y luego desapareció.
Confiando en la información aportada y sin verificarla, firmaron el contrato. Según relata su abogado en el medio francés Figaro Inmobilier, a partir de ahí no hubo más pagos.
Cómo se destapó la estafa y qué papel jugaron Airbnb, el conserje y los vecinos
Tras meses sin noticias, los dueños acudieron a un abogado para iniciar el desalojo. Entonces aparecieron las primeras pistas: el conserje alertó de movimientos constantes y fiestas. “El conserje nos contó que presenció muchas idas y venidas en el apartamento, y los vecinos se quejaron de las fiestas recurrentes”, explica el abogado. ¿Qué estaba ocurriendo realmente?
La respuesta estaba en Airbnb. Al revisar la plataforma, hallaron el perfil del inquilino subarrendando el piso a turistas, sin autorización. “Al ver su perfil, nos dimos cuenta de que es un arrendador profesional que lleva mucho tiempo haciendo esto. Incluso encontramos comentarios desastrosos de turistas que fueron desalojados de otros dos apartamentos por un agente judicial”. Posteriormente, en el proceso judicial se confirmó lo peor: todas las nóminas y contratos eran falsos, y el inquilino no era piloto.
Plazos, sentencia y cifras que explican la deuda final que sufrieron los caseros
La cascada de impagos derivó en una sentencia favorable a los propietarios en junio de 2024. El estafador fue condenado a abonar 79.000 euros, la deuda acumulada hasta entonces. No obstante, por retrasos vinculados a los Juegos Olímpicos, el desalojo efectivo no llegó hasta abril de 2025. Para entonces, la deuda ya ascendía a 190.000 euros. ¿Se podrá recuperar ese dinero?
A continuación, una cronología con las fechas y cantidades clave para entender el alcance económico del caso:
| Fecha | Hecho | Importe | Resultado |
|---|---|---|---|
| 2023 | Alquiler inicial del piso de 269 m² | 9.300 € + 700 € | Paga la primera mensualidad y desaparece |
| Junio de 2024 | Sentencia favorable a los propietarios | 79.000 € | Condena a pagar la deuda acumulada hasta esa fecha |
| Abril de 2025 | Recuperan la vivienda | 190.000 € (deuda) | Se constata el incremento de la deuda tras el retraso |
El cierre es amargo. El abogado reconoce la dificultad de cobrar: “Lamentablemente, no creo que recuperen nunca esta cantidad. El agente judicial ni siquiera pudo encontrar una cuenta bancaria a nombre del inquilino para intentar embargarla”, aclara. De ahí que el caso quede como advertencia: confiar ciegamente en un “perfil ideal” puede salir muy caro.
Por otro lado, la historia deja una pregunta en el aire: ¿qué controles deberían reforzarse para evitar que un falso inquilino explote una vivienda en plataformas turísticas? En consecuencia, el episodio evidencia la importancia de verificar documentación y movimientos en la vivienda cuando surgen señales de alarma.
