Su pensión de 850 euros apenas cubría un alquiler de 840. Aprendió a manejar una excavadora y hoy ingresa entre 3.000 y 3.500 euros, aunque su pensión se ha reducido a 450 euros al compatibilizar con trabajo.
La historia de Ángel Martín es la realidad de muchos jubilados: con 77 años, decidió volver a trabajar porque su pensión no alcanzaba. Lo contó en televisión, donde explicó que, con una pensión de 850 euros y un alquiler de 840, apenas le quedaban 10 euros al mes. A los 73 se subió a una retroexcavadora y encontró una salida.
Por qué este jubilado con pensión baja decide volver a trabajar
La ecuación era simple y dolorosa: 850 euros de pensión frente a 840 de alquiler. ¿Cómo pagar luz, agua y comida con solo 10 euros? La respuesta de Ángel fue reinventarse. “Con 65 años, ¿quién te da trabajo? Nadie”, lamentó. Pero no tiró la toalla: buscó aprender un oficio con demanda y horas disponibles.
Su decisión no fue solo económica, también vital. Volver a la actividad le permitió respirar y encarar facturas sin miedo. Y sí, también le devolvió cierta autonomía. ¿Quién no haría números en su lugar?
Cuánto invirtió en la excavadora y cuánto ingresa cada mes
Para dar el salto, Ángel pidió un crédito y compró su propia máquina por 50.000 euros. Desde entonces, trabaja con una retroexcavadora y sus ingresos oscilan de media entre 3.000 y 3.500 euros, en función de las horas. Lo dice sin florituras: depende del volumen de trabajo. Antes de seguir, un resumen con los datos clave de su caso para situarnos mejor:
| Concepto | Dato |
|---|---|
| Pensión inicial | 850 euros mensuales |
| Alquiler mensual | 840 euros |
| Resto disponible | 10 euros |
| Inversión en excavadora | 50.000 euros (vía crédito) |
| Ingresos medios actuales | 3.000–3.500 euros/mes |
| Pensión al volver a trabajar | 450 euros |
| Edad de inicio con retroexcavadora | 73 años |
| Edad actual | 77 años |
Como se ve, la compra de la máquina fue decisiva. Por eso sigue pagando el crédito, pero con capacidad para afrontar los gastos mensuales sin asfixia.
Cómo la pensión y el alquiler condicionaron su decisión y vida
Ángel empezó a trabajar con 16 años como electricista y mantuvo el oficio hasta la jubilación. La pensión que le quedó, sin embargo, no le permitió cubrir lo básico. En ese contexto, subirse a la retroexcavadora no fue una aventura, fue una necesidad.
Él mismo lo resumió con claridad: “No me queda otra. Si tuviera una pensión digna no estaría trabajando en estos momentos”. La frase encierra una realidad que muchos lectores reconocerán. ¿Te suena ese cálculo a final de mes?
Claves de su recorrido para entender el cambio
- Trayectoria laboral iniciada a los 16 años como electricista hasta jubilarse.
- A los 73 años aprendió a manejar una retroexcavadora y volvió a trabajar.
- Al compatibilizar trabajo y pensión, su prestación se redujo a 450 euros.
Tras ese giro, su vida diaria cambió. Hay días largos de obra y otros más leves, pero el balance económico compensa. Y, de paso, mantiene la cabeza ocupada y el ánimo arriba.
Qué aprendió para seguir adelante y qué piensa de su pensión
Ángel aprendió a manejar una máquina compleja a una edad en la que muchos se rinden. Lo contó en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ de Antena 3, donde insistió en la dificultad de encontrar empleo a partir de cierta edad y la importancia de tener un oficio con salida. Su reflexión sobre la pensión es directa: si fuera suficiente, no seguiría trabajando.
La suya es una lección práctica: cuando los números no salen, toca moverse. Y, a veces, aprender algo completamente nuevo es la única vía. ¿Quién dijo que no se puede empezar de cero a los 70?
