¿Te imaginas salir a dar un paseo en barca y acabar viendo más amaneceres en alta mar que en tu feed de TikTok? Eso mismo le pasó a Mary Gavin, británica de 39 años, que el martes 24 de junio de 2025 alquiló una lancha en La Savina (Formentera) pensando en una excursión exprés y terminó regresando cinco días después con quemaduras, deshidratación y unas úlceras en la boca dignas de una mala reseña.
Su rescate, el sábado 28 de junio, puso fin a un despliegue que movilizó helicópteros, patrulleras y hasta un ferry lleno de pasajeros con el corazón en un puño. Ahora la Guardia Civil investiga cómo es posible que una navegación “sin complicaciones” desembocara en esta historia digna de una serie de suspense veraniego.
¿Qué ocurrió realmente aquel martes?
Mary alquiló una Quicksilver 475 Axess (4,62 m de eslora y motor Mercury de 15 CV) a las 10:00 h del 24 de junio en Helix Charter Formentera. Sin licencia náutica (no la necesitaba: la ley española exime a las embarcaciones con menos de 5 m y 15,30 CV), se hizo a la mar sin dejar ruta. La empresa la esperaba de vuelta a las 18:00 h del miércoles 25; cuando no apareció, sonaron todas las alarmas.
A las 20:34 h de ese mismo miércoles, Salvamento Marítimo activó la búsqueda: helicóptero Helimer 222, la Salvamar Naos (base Ibiza) y la lancha SL Posidonia de Cruz Roja peinaron la zona, mientras la Guardia Civil desplegaba su patrullera y el GEAS. En tierra, Policía Judicial intentaba reconstruir los movimientos de la turista, que llevaba dos meses residiendo a caballo entre Ibiza y Formentera.
Así fue el rescate: un ferry, 40 minutos y mucha tensión
El giro llegó la tarde del sábado 28. El ferry Baleària Palma-Valencia recibió un aviso de emergencia cerca de Formentera. Minutos después, los marineros vislumbraron una figura agitando los brazos: allí estaba Mary, con chaleco salvavidas y otro en la mano como si fuera una señal de humo vintage.
Alejandro Rosera, pasajero del ferry, lo contó a Crónica Balear: “Tardamos 40 minutos en subirla. El oleaje se puso farruco. Le dimos agua y una Coca-Cola; tenía la boca llena de llagas”. Al llegar al puerto de Valencia, los sanitarios la evacuaron al Hospital Clínico: su estado era delicado, pero estable.
¿En qué punto está la investigación de la Guardia Civil?
De momento, la Policía Judicial no descarta nada: fallo mecánico, despiste con la ruta o, simplemente, que el viento la arrastrara más de lo previsto. Llama la atención que no se activara ningún sistema de emergencia a bordo ni se enviara señal de socorro.
La lancha, por cierto, apareció a la deriva y fue remolcada hasta Ibiza para un examen técnico. Los agentes buscan determinar si había averías, combustible suficiente o alguna manipulación. Brian O’Connor, portavoz de Helix Charter, asegura que la nave salió “revisada y con depósito lleno”.
Consejos prácticos antes de lanzarte al mar sin título
Antes de que tu próximo plan “barco + calma + selfies” acabe en susto y trending topic, toma nota de esta checklist básica:
- Traza tu ruta y compártela con alguien (familia, empresa o incluso el chiringuito de confianza).
- Comprueba el parte meteorológico: olas de 1,5 m no son tu mejor amigo.
- Revisa combustible y batería antes de soltar amarras; un depósito medio no basta para improvisar.
- Lleva agua de sobra, protector solar y algo salado (las patatas fritas salvan más vidas de lo que crees).
- Activa el móvil en modo náutico: geolocalización y números de emergencia a mano.
- No salgas sin chaleco (y lleva alguno extra). Del “luego me lo pongo” al “menos mal que lo llevaba” solo va un golpe de mar.
Seguir estos pasos puede ser la diferencia entre presumir de excursión y protagonizar tu propio capítulo de “Náufragos VIP”. Porque sí, navegar sin licencia es legal en España con barcas pequeñas, pero la responsabilidad no admite excusas.
La historia de Mary Gavin nos recuerda que el Mediterráneo es tan bonito como imprevisible. Alquilar una lancha sin título es tan sencillo como alquilar un patinete, pero las consecuencias de un despiste pueden ser enormes. Por eso, si piensas embarcarte este verano, hazte un favor: planifica, avisa y equipa tu barca. Tú disfrutarás más y los equipos de rescate te verán menos, que bastante tienen ya con las selfies mal calculadas.