“Surrealista”: unos padres dejan a su hijo de 10 años solo en el aeropuerto de Barcelona-El Prat porque tenía el pasaporte caducado y no querían perder sus vacaciones

¿Quién no ha corrido alguna vez por un aeropuerto buscando la puerta de embarque, con el pasaporte en una mano y la maleta dando tumbos en la otra? Esa mezcla de prisas, cafés a deshoras y listas mentales, “¿apagué la plancha?”, forma parte del ritual viajero. Sin embargo, lo que ocurrió esta semana en el Aeropuerto de Barcelona‑El Prat supera cualquier anécdota de equipaje extraviado.

Dos adultos decidieron despegar rumbo a sus vacaciones y dejaron atrás a su hijo de diez años porque el pequeño tenía el pasaporte caducado. Mientras tanto, 150.000 personas seguían su ir y venir diario por las terminales sin saber que una historia “surrealista”, como la calificó la controladora aérea Lilian, se estaba cocinando a pocos metros. El relato ha alcanzado 167.000 visualizaciones en menos de veinticuatro horas en TikTok, prueba de que hasta la rutina aeroportuaria puede guardar sorpresas dignas de guion. Vamos a los detalles.

¿Qué ocurrió exactamente en la terminal de El Prat?

Todo empezó con lo que parecía un embarque rutinario: pasaje chequeado, maletas en bodega y horarios dentro de lo previsto. Sin embargo, al regresar a la oficina para archivar la documentación, Lilian recibió el aviso inesperado: el avión había vuelto a posición de aparcamiento porque “hay un niño solo en la terminal”.

Dato claveInformación
Edad del menor10 años
Maletas facturadas por la familia6
Vistas en TikTok del relato167.000 en 1 día
Pasajeros diarios en El Prat150.000

En cuestión de minutos, la Guardia Civil localizó al menor, que explicó con total aplomo que sus padres volaban “tranquilamente” hacia su país de origen junto a su hermano pequeño. La tripulación del vuelo lanzó el aviso por megafonía (“¿Alguien se ha olvidado un niño?”), pero nadie respondió. Localizados los progenitores a bordo, estos admitieron que el pasaporte caducado del niño les obligaba a tramitar un visado que no tenían y, para no perder los billetes, optaron por dejar al crío y avisar de paso a un familiar para que lo recogiera. El resultado: los padres terminaron en la comisaría del aeropuerto y las seis maletas volvieron a tierra firme.

¿Cómo reaccionaron la Guardia Civil y la tripulación?

La sorpresa inicial dio paso a un protocolo tan férreo como el precio de un café en zona de embarque. La Guardia Civil tomó declaración a los adultos, mientras la sobrecargo y el comandante coordinaban la retirada de las maletas para reiniciar la operación de despegue sin riesgos. Por suerte, las piezas de equipaje estaban “en la puerta” de la bodega, lo que evitó retrasos mayores y el habitual drama de reubicar maletas perdidas.

Por su parte, el menor quedó bajo custodia policial hasta la llegada del familiar avisado, un proceso que, detalle inquietante, nadie supo estimar con precisión. Lilian, ya de vuelta en el control de vuelos, describió la escena con incredulidad: «Como madre, flipo». Y sí, la burocracia de pasaportes y visados puede ser un tostón, pero dejar al niño detrás para saltarse el trámite no parece la forma más brillante de lidiar con ella.

¿Cómo evitar un disgusto con la documentación de tus hijos?

Antes de lanzarte a comprar ese chollo de vuelo, merece la pena repasar un par de básicos.

  • Comprueba la fecha de caducidad del pasaporte de cada miembro de la familia con al menos seis meses de margen; muchos países lo exigen aunque tu destino esté a la vuelta de la esquina.
  • Si tu hijo tiene pasaporte de doble nacionalidad, verifica qué documento necesita para entrar y salir: a veces hace falta visado adicional.
  • Reserva cita en la Policía con antelación; en temporada alta las agendas vuelan más rápido que el puente aéreo.
  • Lleva fotocopias (físicas o digitales) de los pasaportes y del libro de familia: facilitan cualquier gestión si surge un imprevisto.
  • Y, sobre todo, si algo falla, no embarques sin tu hijo: perder el vuelo duele, pero explicárselo al juez duele bastante más.

Cumplir estos pasos evita sorpresas de última hora y, de paso, te libra de protagonizar el próximo vídeo viral sobre padres y pasaportes olvidados.

¿Qué lecciones deja este incidente para futuros viajeros?

Por un lado, queda claro que la logística aeroportuaria funciona: en minutos se activaron Guardia Civil, control de vuelo y tripulación para garantizar la seguridad del menor y del resto del pasaje. Por otro, el episodio recuerda que volar con documentos caducados no es una “inocentada” de mostrador, sino una infracción que puede acabar con familias en comisaría y vuelos retrasados.

En definitiva, la próxima vez que pases el arco de seguridad y respires aliviado porque «ya está todo hecho», acuérdate de que un pasaporte fuera de fecha puede desmontar las vacaciones más planificadas. Y si te tienta la idea de embarcar sin tu hijo… mejor pide cita en la comisaría antes de hacer check‑in.

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