Okupan una casa y se marchan en 24 horas: “Llamé a un par de amigos, me quedé…”

Si alguna vez has temido llegar a casa y encontrar a desconocidos dentro, esta historia te suena. Ocurrió en South Side (Chicago), donde Marco Velázquez intentaba vender su vivienda y se topó con una pareja que afirmaba ser la propietaria. La Policía le indicó que el conflicto debía resolverse por la vía judicial, con los meses y los costes que eso implica. Así que el dueño buscó una salida más rápida: negociar. En 24 horas, los ocupantes se marcharon tras aceptar una contraoferta. No fue gratis, pero el control de la vivienda volvió a manos del propietario de inmediato.

Marco Velázquez acudió a su casa con un agente inmobiliario porque estaba intentando venderla. Al entrar, encontró a una pareja instalada que, además, decía ser la dueña. Llamó a la Policía. La respuesta fue clara: el asunto debía resolverse por la vía judicial, es decir, ante un juez, con lo que eso conlleva en tiempos (meses) y dinero (costes de la batalla en los juzgados).

¿Por qué un pacto fue la vía más rápida y cuánto dinero cambió de manos?

Ante ese panorama, Velázquez pensó en alternativas para no perder meses ni más dinero. Optó por negociar directamente con los ocupantes para recuperar la vivienda cuanto antes.

Datos clave del acuerdo

AspectoDetalle
LugarSouth Side (Chicago, Illinois)
Ocupantes identificadosShermaine Powell y Codarro Dorsey
Tiempo hasta la salida24 horas
Primera oferta de los ocupantes8.000 dólares
Contraoferta aceptada4.300 dólares
Finalidad del propietarioVender o alquilar la vivienda de inmediato

Con ese pacto, los dueños recuperaron el control de la casa en 24 horas. 4.300 dólares no es precisamente calderilla, pero evitaron meses de trámite y el desgaste de un pleito.

¿Cómo influyó la convivencia bajo el mismo techo?

Los ocupantes se negaban a irse, pero los propietarios ejercieron presión de otra forma, según contaron a ABC7 Chicago. Velázquez lo resumió así: «Llamé a un par de amigos, me quedé a pasar la noche y sabía que no les iba a gustar».

«Nos quedamos en la sala, vigilando la puerta. Ellos se quedaron en uno de los dormitorios». De ese modo, los ocupantes percibieron que llegar a un acuerdo podía ser beneficioso y se abrió la puerta a la negociación.

¿Qué dice la ley en España y qué exige Chicago?

En España, la ley protege el derecho a la intimidad y la privacidad del okupa mientras reside allí; en la práctica, el propietario no puede vivir con el okupa en la vivienda sin su consentimiento. Además, determinadas acciones podrían volverse en contra del dueño si el caso termina en los tribunales.

En Chicago (estado de Illinois), para echar a los ocupantes se debe iniciar un procedimiento judicial, es decir, llevar el caso ante un juez para solicitar el desalojo. Eso mismo le indicó la Policía a Velázquez cuando acudió a la vivienda.

Guía rápida: qué opciones valoraron en este caso y qué puedes aprender

Si te interesa la parte práctica, este episodio deja claras las vías que se pusieron sobre la mesa. Aquí tienes un resumen muy concreto de lo que se hizo y valoró.

  1. Llamar a la Policía al detectar a los ocupantes en la vivienda.
  2. Asumir que en Chicago el desalojo pasa por la vía judicial, con meses y costes.
  3. Valorar alternativas para ahorrar tiempo y dinero, como un acuerdo directo.
  4. Negociar cantidades: de una primera petición de 8.000 dólares a una contraoferta de 4.300 dólares para entregar las llaves y marcharse.
  5. Recuperar el control de la vivienda tras aceptar la propuesta.
  6. En España, no convivir con un okupa sin su consentimiento por el derecho a la intimidad y la privacidad.

Por lo tanto, este caso muestra por qué, en determinadas circunstancias, pactar puede ser la vía más rápida para cerrar el problema y seguir con la vida.

¿Cuál fue el desenlace?

Los ocupantes aceptaron la propuesta y los propietarios recuperaron el pleno control de la vivienda. El acuerdo permitió retomar de inmediato los planes de venta o alquiler.

Velázquez lo admitió con franqueza: «Es verdad que no me salió gratis, pero por lo menos logré solucionar el problema antes de lo previsto inicialmente».

Deja un comentario