Siempre ha sido un misterio para los humanos descubrir si en el espacio existe el sonido y el ruido o si se trata de una especie de lugar hueco, completamente en silencio. Según la mecánica del sonido, este se propaga a través de ondas mecánicas que necesitan un medio material y físico para viajar. Pero, ¿ocurre esto en el espacio intergaláctico? Aquí existe una densidad de partículas muy bajas, por lo que, acorde a los principios de la acústica, en el espacio no puede existir el sonido tal y como lo entendemos en la Tierra.
Sin embargo, un grupo de astrónomos ha detectado por primera vez unos coros de ondas en tono ascendente. La novedad es que se creía que estos coros de ondas se producían exclusivamente cerca de la magnetosfera terrestre. Estas ondas son una especie de ráfagas electromagnéticas armonizadas con el campo magnético de nuestro planeta y, según los científicos, pueden causar un tipo de radiación peligrosa para los humanos y los satélites.
Ondas que suenan como el trino de un pájaro
Las ondas electromagnéticas naturales están presentes a lo largo de todo el Universo, y entre ellas están estás ondas de coro en modo silbido. Se han denominado así porque el sonido recogido recuerda a un trino de pájaro, o sea, al gorgojo de estos pequeños animales al amanecer.
Estas ondas llevan atrayendo la atención de los astrónomos desde hace años y durante todo este tiempo se pensaba que solo se podían producir en las regiones cercanas a los planetas donde está presente un campo magnético dipolar. Sin embargo, tras recientes estudios, se ha demostrado que estas ondas se pueden generar sin un campo magnético dipolar cerca, por lo que se pueden generar en cualquier parte del espacio.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Beihang (China) liderado por Chengming Liu y Jinbin Cao ha sido el que ha detectado este fenómeno. Las ondas se han detectado a una distancia de 165.000 kilómetros de la Tierra y las emisiones tienen una duración aproximada de 0,1 segundos que se convierten en ondas sonoras cercanas a los 100 hercios.
Unas ondas dañinas para los astronautas
Este estudio cobra especial relevancia al tener en cuenta que estas ondas emiten una radiación potencialmente peligrosa para los seres humanos y para los satélites. Por lo que, conocer en profundidad y detalladamente cómo se producen y cómo funcionan permitiría predecir su aparición y aplicar las medidas de protección necesarias. Las ondas de coro son una de las ondas más intensas den el espacio, por lo que podrían acelerar las cargas de electrones y, de esta forma, causar radiaciones perjudiciales a los humanos y a las naves espaciales.
“Así como nos preocupamos por la lluvia y el viento en la superficie terrestre, debemos preocuparnos por el clima espacial en el espacio”, explica Chengming Lui para ejemplificar la necesidad de conocer este tipo de fenómenos y adelantarse a ellos. Pero no solo serviría para proteger mejor los viajes espaciales, también nos ayudaría a entender mejor la forma en la que los electrones se dispersan por la atmósfera y a comprender mejor muchos de los misterios que aún guarda el universo.
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