La Policía Nacional detiene a una trabajadora de una frutería que sustrajo casi 9.000 euros en efectivo mediante devoluciones falsas

La trabajadora manipulaba devoluciones inexistentes para generar sobrantes de efectivo. La investigación calcula el perjuicio económico a la empresa en 8.800 euros.

La Policía Nacional de Palma ha detenido a una cajera de una conocida cadena de fruterías por un presunto delito de estafa. La empleada se aprovechaba de su puesto para realizar devoluciones fraudulentas de productos, lo que le permitió sustraer un total de 8.800 euros de la caja. La investigación comenzó tras una denuncia presentada por el dueño de la empresa.

Manipulación de devoluciones para fraude

La investigación fue iniciada en agosto de 2022, cuando el propietario de una de las tiendas de la cadena notó que la recaudación diaria en su establecimiento estaba muy por debajo de la media de las demás tiendas de la cadena.

Tras realizar un análisis detallado del sistema centralizado de ventas, descubrió que en la franja horaria en la que la presunta autora trabajaba sola, se producían devoluciones irregulares de productos y tickets de ventas completas sin justificación alguna. Estas devoluciones fraudulentas provocaban un sobrante de efectivo en la caja, que variaba entre 70 y 120 euros diarios.

Seguimiento de las devoluciones irregulares

El grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional fue el encargado de realizar las pesquisas necesarias para esclarecer los hechos. Tras revisar los registros de ventas y las horas en las que se producían las devoluciones sospechosas, los agentes pudieron identificar el modus operandi de la detenida.

La cajera, al ser también la encargada de realizar el arqueo y cierre de la caja al final de su jornada laboral, aprovechaba la ocasión para quedarse con el sobrante de efectivo generado por las devoluciones fraudulentas.

El fallo judicial: estafa de 8.800 euros de una trabajadora en una frutería

El fraude realizado por la empleada ha causado un perjuicio económico calculado en 8.800 euros a la empresa. Aunque el caso sigue pendiente de resolución judicial, los hechos son claros, y la mujer se enfrenta a acusaciones de estafa. Las pruebas obtenidas por la policía, junto con la documentación presentada por el denunciante, apuntan a que la cajera actuó de manera sistemática durante un periodo prolongado.

Este caso subraya la importancia de fortalecer los sistemas de control interno en las empresas, especialmente en los establecimientos que gestionan grandes volúmenes de efectivo. Las devoluciones no registradas y la falta de supervisión en el cierre de caja pueden abrir la puerta a fraudes similares. La sentencia que se dicte podría influir en las políticas de seguridad laboral de otras empresas del sector, alertando sobre la necesidad de implementar medidas adicionales de control en los procesos de arqueo y devolución de productos.

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