La Guardia Civil endurece vigilancia en las viseras parasol: Dos puntos menos y 200 euros

A veces un simple gesto (bajar la visera para peinarse un mechón rebelde o cotillear el móvil mientras el semáforo está en rojo) puede salir tan caro como un fin de semana en la playa. Sí, hablamos de esas pequeñas licencias que tomamos dentro del coche y que la Guardia Civil, cada vez más atenta, vigila con lupa. Porque no, las multas no son solo cosa del conductor: el copiloto y el resto de pasajeros también tienen su propia factura pendiente si se saltan las normas.

El problema viene cuando descubres que un despiste de segundos puede costarte 200 euros y hasta dos puntos del carné. Ya sabes, lo que parecían menudencias de la rutina diaria terminan convertidas en un sablazo directo al bolsillo. ¿Te suena? Seguro que sí, pero conviene recordarlo antes de que el próximo viaje familiar se vuelva más caro de lo previsto.

¿Por qué la Guardia Civil vigila ahora la visera parasol?

La razón es sencilla: ese pequeño espejo que todos usamos para retocarnos o leer un mensaje distrae al conductor más de lo que creemos. Si el agente ve que aprovechas el semáforo en rojo para maquillarte o leer con la visera desplegada, la multa asciende a 200 euros y supone la retirada de dos puntos del carné. El objetivo no es fastidiar, sino evitar que la atención se desvíe de la carretera justo cuando cambia la luz a verde y empieza el concierto de cláxones.

Además, la normativa recuerda que cualquier objeto o maniobra que reste visibilidad o concentración puede considerarse peligroso. De ahí que la vigilancia sobre las viseras se haya intensificado: son la excusa perfecta para mil distracciones.

¿Qué sanciones pueden caerle también al pasajero?

Antes de reclinar el asiento y relajarte con la música, revisa estas cifras. Ya no vale eso de “el conductor paga”. Según Tráfico, el ocupante infractor también pasa por caja:

  • No llevar cinturón: 200 euros que abona quien viaja sin él, no el conductor.
  • Tirar colillas o basura por la ventanilla: 500 euros; si es el conductor, además recaen 6 puntos.
  • Postura inadecuada (pies en el salpicadero, por ejemplo): entre 80 y 100 euros; el conductor responde por sus acompañantes.
  • Maquillarse o leer con la visera en un semáforo: 200 euros y 2 puntos si lo hace el conductor.
  • Uso indebido del claxon (para “saludar” o quejarse): 80 euros.
  • Circular por el carril izquierdo o central con el derecho libre: 200 euros.
  • Actos que distraen al conductor (discutir, besarse, gestos obscenos): 80 euros.
  • Lavar o reparar el coche en la vía pública: de 30 a 3.000 euros, según la ordenanza municipal.

Como ves, la lista es variada y, aunque algunas sanciones recaen directamente en el conductor, el pasajero no sale de rositas si es el causante del desbarajuste.

Consejos rápidos para evitar disgustos (y puntos)

En primer lugar, ponte siempre el cinturón, tanto delante como detrás; además de salvar vidas, evita los 200 euros de multa. Por otro lado, deja el móvil y el neceser de maquillaje guardados hasta aparcar, los semáforos no son camerinos ni salas de lectura improvisadas. Si fumas, lleva un cenicero portátil y olvídate de aventar la colilla por la ventanilla: tu bolsillo (y el monte) lo agradecerán.

Finalmente, asegúrate de mantener una postura correcta y de no convertirte en la orquesta de reproches o carantoñas que despistan al conductor. Cumplir estas reglas básicas es la forma más barata y sensata de llegar a destino.

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