La reforma impulsada por el Real Decreto-ley 2/2023 endurece el acceso a la jubilación, obligando a trabajar más años y encendiendo las alertas sobre la sostenibilidad de las pensiones en España.
El acceso a la jubilación a los 65 años en España será casi un imposible a partir de 2026. La reforma de 2011 (Ley 27/2011) inició un proceso gradual que culminará en 2027 con la edad de retiro en los 67 años, aunque en 2026 ya no será tan sencillo retirarse con la edad que, durante décadas, fue la referencia de muchas generaciones. Este endurecimiento responde al aumento de la esperanza de vida, que ya supera los 83 años según el INE, y busca garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
¿Te interesa saber más sobre cómo queda la jubilación para dentro de unos meses? A continuación, se ofrece toda la información clave para entender los cambios y requisitos que regirán la jubilación en los próximos años.
Cambios en la jubilación que se aplicarán a partir de 2026
En 2026, la edad legal de jubilación será de 66 años y 10 meses para quienes no alcancen los 38 años y 3 meses de cotización. Solo quienes hayan acumulado ese periodo de cotización o más podrán seguir accediendo a la jubilación a los 65 años sin penalizaciones. De ahí que la nueva normativa obligue a muchas personas a replantearse sus planes de retiro si no cumplen con los años de cotización necesarios.
Estas son las principales edades de jubilación para 2026, según los últimos datos de la Seguridad Social:
Condición | Edad de Jubilación 2026 |
---|---|
Menos de 38 años y 3 meses cotizados | 66 años y 10 meses |
38 años y 3 meses o más cotizados | 65 años |
Jubilación anticipada voluntaria (mínima) | 64 años y 10 meses |
¿Quiénes podrán jubilarse a los 65 años y en qué condiciones?
La clave está en los años de cotización. Por un lado, quienes alcancen o superen los 38 años y 3 meses antes de 2026 mantendrán la posibilidad de jubilarse a los 65. Por otro lado, si se cotiza menos de ese plazo, habrá que esperar hasta los 66 años y 10 meses. Esto supone un aviso para quienes planeaban abandonar el mercado laboral pronto y deben revisar sus cotizaciones para evitar perder parte de su pensión.
Si además se opta por la jubilación anticipada, esta será posible a partir de los 64 años y 10 meses (e incluso a los 63, en casos de largas trayectorias de cotización). Sin embargo, conviene recordar que las jubilaciones anticipadas llevan aparejados coeficientes reductores que pueden restar hasta un 21% de la pensión final.
Novedades en la jubilación anticipada y sus consecuencias en la pensión final
El Real Decreto-ley 2/2023 ha reforzado los incentivos para prolongar la vida laboral y evitar la salida temprana del mercado de trabajo. ¿El objetivo principal? Aliviar la presión sobre un sistema que cada vez cuenta con más pensionistas y menos trabajadores activos.
Antes de solicitar la jubilación anticipada, conviene estudiar bien las penalizaciones y calcular qué porcentaje de la pensión se podría perder. Estos coeficientes reductores suelen aplicarse de forma mensual o trimestral, de manera progresiva, según la edad y los años de cotización acumulados.
A continuación, se enumeran algunos puntos que conviene tener presentes al plantearse la jubilación anticipada:
- La reducción de la pensión es irreversible: una vez aplicada, no se recupera.
- Se exigen periodos de cotización superiores para minimizar los recortes.
- Existen excepciones para personas con trabajos especialmente peligrosos o penosos.
El desequilibrio demográfico condiciona las próximas reformas de las pensiones en España
La jubilación masiva de la generación del baby boom, junto al descenso en la tasa de natalidad, hará que el número de pensionistas crezca de forma muy rápida en las próximas décadas. Según el INE, para 2050 habrá 6 millones más de personas mayores de 65 años, mientras la población activa disminuirá en 800.000. De hecho, el gasto en pensiones superó los 200.000 millones de euros en 2024, y los expertos pronostican que seguirá aumentando.
El Fondo de Reserva de las pensiones (conocido como la “hucha de las pensiones”) alcanzará los 14.000 millones en 2025 gracias al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). No obstante, estos fondos no podrán usarse hasta 2033 y, para entonces, se prevé que la presión sobre el sistema sea aún mayor. Especialistas como el Banco de España advierten que, sin más reformas, el desequilibrio entre jubilados y cotizantes podría derivar en la necesidad de revisar al alza las cotizaciones o reducir las prestaciones.