El uso de las bicicletas como medio de transporte urbano se ha incrementado durante los últimos debido, en parte, como consecuencia a las políticas para fomentar su uso y reducir los vehículos a motor que contaminan y ocupan más. Sin embargo, esto también ha implicado que todos los usuarios de la vía, incluyendo conductores, viandantes y ciclistas, necesiten tener muy claras las normas de circulación.
Mucho de los accidentes se producen entre conductores y ciclistas y, además, suelen ser muy aparatosos, sobre todo durante los adelantamientos. Pero también se están dando casos en los que los accidentes se producen entre ciclistas y peatones, especialmente en la ciudad. En ocasiones es difícil determinar de quién es la culpa cuando se produce algún percance en la vía. Y más allá de la responsabilidad de la persona que cometa el error, es importante determinar la responsabilidad para que las aseguradoras puedan gestionar de forma correcta la tramitación del pago de las indemnizaciones y reparaciones que correspondan.
La responsabilidad en los accidentes entre ciclista y peatón
El aumento de ciclistas en las vías urbanas también ha aumentado los incidentes con los peatones. Por muy leve que sea este, siempre será necesario determinar de quién ha sido la culpa. Para adjudicar la responsabilidad al peatón o al ciclista, habrá que atender en primer lugar a las normas de tráfico.
Según el artículo 65 del reglamento, los peatones tendrán prioridad de paso en los siguientes puntos: pasos de cebra señalizados, zonas peatonales y cuando suben y bajan del transporte público. Además, los ciclistas tendrán que cederles el paso a los peatones cuando estos últimos estén cruzando por una vía a la que ellos se incorporen o cuando circulen por un arcén, aunque no esté señalizado como zona peatonal.
Por lo tanto, se interpreta que cuando se produzca un choque entre bicicleta y peatón, la culpa recaerá siempre sobre los primeros. Así será también cuando el accidente se produzca en la acera, donde el viandante siempre tiene la prioridad. Pero, como siempre, existe una excepción: cuando el accidente se produzca en el carril bici porque el transeúnte lo ha invadido por donde no debe, la responsabilidad entonces recaerá por completo sobre el peatón. Además, cuando el viandante transite por una zona no habilitada, la culpa no podrá recaer en exclusiva sobre el ciclista.
Esta última situación se podría considerar como una conducta temeraria, puesto que circular por una zona no habilitada aumenta las posibilidades tanto de uno como de otro de sufrir un accidente. Por lo tanto, en la ecuación para determinar la culpa de un accidente será importante tener en cuenta el factor de la temeridad. De este modo, quienes muestren signos de actitud peligrosa, cargará con más responsabilidad en el accidente.
Los carriles bici, una utopía en España
A pesar de las políticas para fomentar el uso de las bicicletas en España, sobre todo en ciudades, la realidad es que no se facilitan las condiciones para ello. Desde las asociaciones de ciclistas denuncia la falta de carriles bici en las principales ciudades y no solo eso, también el poco sentido con los que están construidos. De hecho, ni siquiera hay un recuento oficial y claro sobre los kilómetros ciclables en total de las ciudades en España. Aunque sí que destacan dos: Valencia y Sevilla, que cuentas con más kilómetros de carril bici que otras ciudades. Aun así, la DGT tienen un apartado en su página en la que explica a los ciclistas como circular por vías urbanas.
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