El SEPE sanciona con la retirada de la prestación por desempleo durante 3 meses si se rechaza un trabajo o curso de formación, 6 meses si se repite el caso e incluso pude llegar a retirar la prestación de forma definitiva si se reincide en este hecho por tercera vez. O al menos, esa es la teoría. Pero lo cierto es que esto no sucede así y existen varios motivos para ello. La clave para desvelar este misterio es que dichas sanciones solo se llevan a cabo si la oferta de empleo rechazada es adecuada al trabajador. Es decir, debe ajustarse a las aptitudes y habilidades del demandante de empleo y concurrir en un salario apropiado para el puesto, y esta es la primera pieza del rompecabezas, ya que este supuesto, no se da con normalidad. A continuación desgranamos las claves de este asunto y averiguaremos porque está sucediendo esto.
¿Por qué no se retiran las prestaciones aunque se rechacen trabajos?
Este puede ser un tema complejo que, a fin de cuentas, se traduce en un beneficio para los usuarios de los servicios de empleo. Y es que, aunque se rechazan muchos de los puestos de trabajo ofrecidos por los servicios de empleo público autonómicos, estos no activan los protocolos de sanciones que puede acarrear la retirada de la prestación si se llegasen a desestimar en 3 ocasiones. Pero, ¿Por qué ocurre esto? Según Miguel Ángel García, investigador de Fedea y profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, existen varias causas posibles. La primera sería que el SEPE no ofrece los suficientes empleos a un mismo usuario como para que este llegue a acumular los rechazos suficientes como para que se activen los protocolos de retirada.
Otra de las razones puede ser, entre comillas, las malas relaciones que pueda haber entre determinados servicios de empleo públicos autonómicos y la Administración Central, al estar regidos por diferentes signos políticos. Esto ocurre porque las prestaciones nacen de la Administración Central, pero la gestión y distribución de las ofertas de empleo dependen de cada autonomía. Esto puede acarrear un conflicto o desidia económica y política al darse el caso de que el organismo que abona los subsidios es distinto al que debería poner en marcha los procesos de sanción.
De hecho, aunque se pudiera probar que un demandante de empleo ha rechazado en repetidas ocasiones un trabajo ofrecido por los servicios de empleo público autonómicos, es a este mismo organismo a quien no le interesa retirar la prestación a dicho demandante por 2 razones: Una por no ser ellos quien debe abonar el subsidio y otra por temor a que pudiera repercutir electoralmente.
Cómo evitar la retirada de la prestación por desempleo
Si eres demandante de empleo y el servicio de empleo público autonómico te ofrece un trabajo que quieres rechazar, asegúrate antes de que el puesto no cumple con el principio de adecuación descrito en la ley de empleo. Tal principio indica que los demandantes deben ser colocados en la profesión demandada en su solicitud de acuerdo con su formación, características profesionales, experiencia previa o intereses laborales. Si el puesto ofrecido no cumple con estos parámetros, no tendrás que preocuparte por la retirada del subsidio.
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