En la actualidad la manera más amena y cómoda para los autónomos a la hora de confeccionar, realizar y presentar facturas han sido herramientas de computadora como por ejemplo Excel, Word o incluso el formato PDF. Esto tanto para autónomos como también para pequeñas y medianas empresas (pymes). No obstante, esta modalidad, adoptada por muchas personas, tiene los días contados tras la aprobación, hacer dos años, de la Ley Crea y Crece.
Según lo establecido por esta normativa, a partir de su implementación, sólo se permitirá la utilización de sistemas de facturación electrónica homologados. Por lo tanto, esto quiere decir que herramientas como Word y Excel, los favoritos de muchas personas por su fácil utilización, comodidad y rapidez, no podrán usarse más para estos fines y los autónomos, como así también las pymes, deberán adoptar la modalidad que la ley ahora exige.
No obstante, esta noticia no supone una sorpresa para los que se verán obligados a cambiar de modalidad, ya que esto es algo que se sabe desde hace dos años, más precisamente desde el 28 de septiembre de 2022, cuando se promulgó la ley 18/2022 del mencionado año, momento desde el cual la normativa entró en vigencia con la finalidad de luchar contra la morosidad en el sector público y las operaciones comerciales entre empresas.
Pymes y autónomos deberán adoptar la nueva modalidad
Cabe recordar que desde julio de este año se volvió obligatorio este nuevo modo de facturación -que va en sintonía con el plan europeo conocido como Vat in the Digital Age- para empresas que cuenten con una facturación mayor a los ocho millones de euros. Pero ahora, tal y como lo indica en la página de Agencia Tributaria, a partir del 2025 las pymes y empresas que tengan una facturación al monto recién mencionado también tendrán que expedir facturación electrónica.
Así entonces, esta nueva normativa afectará a un 93,15 por ciento de pymes que tienen menos de diez empleados, según recogió el propio Ministerio de Industria y Turismo. De este modo, y teniendo en cuenta el nuevo panorama para muchísimas personas y empresas, el Gobierno está preparando una guía para que las pequeñas y medianas empresas, más los autónomos, puedan adaptarse de la mejor manera posible a la nueva exigencia.
¿Cuáles son los requisitos para la factura electrónica?
Además de la obligatoriedad de facturar de manera electrónica, la ley exige también que las facturas electrónicas deberán garantizar la «garantizar la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros, sin interpolaciones, omisiones o alteraciones de las que no quede la debida anotación en los sistemas mismos», como bien detalla la letra de la normativa. El objetivo de esto es, también, evitar la falsificación de las facturas.
Para ellos, las empresas y autónomos deberán adoptar la nueva modalidad utilizando formatos como Facturae, UBL (Universal Business Language), EDIFACT (norma ISO 9735) o XML, ya que son herramientas difíciles de alterar y además permiten rastrear las facturas para ver quién fue el emisor original de la misma. Sin embargo, y pese a la previsibilidad que había dado que la ley se promulgó hace más de dos años, existe mucha incertidumbre en las personas respecto de cómo será el funcionamiento de la nueva modalidad.
¿Qué sanciones se impondrán a los incumplidores?
Para aquellas personas que no cumplan con lo que manda la nueva normativa habrá sanciones económicas. Pero no solo eso, ya que además las empresas que no adopten la nueva modalidad, por ende que no cumplan con la nueva ley, podrían quedar fuera del mercado ya que cada vez más empresas solicitarán a sus proveedores que les expidan facturaciones electrónicas.