Muchas de las casas en España que tienen décadas de antigüedad cuentan en sus paredes con la famosa técnica del gotelé, un acabado que fue muy popular hace varias décadas y que todavía se conserva como símbolo en numerosos hogares. Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en las tendencias decorativas, esta textura rugosa, diseñada para ocultar imperfecciones o suciedad en las paredes, está siendo eliminada por muchos propietarios.
El problema surge al solicitar un presupuesto a un pintor profesional para quitar el gotelé, ya que el coste suele ser elevado, lo que lleva a muchos a abandonar esta idea. Pero aquí te presentamos un método eficaz que puedes llevar a cabo tú mismo en casa.
Cómo eliminar el gotelé de tu casa sin ayuda
Aunque pueda parecer que necesitas conocimientos profesionales para quitar el gotelé, este proceso solo requiere atención a los pasos indicados y disponer de las herramientas adecuadas. No se trata de un truco mágico, pero es una técnica sencilla que está al alcance de cualquier persona dispuesta a aprender. Como resultado, podrás disfrutar de unas paredes limpias y lisas, tal y como deseas. El primer paso consiste en preparar el área de trabajo. Protege los muebles, enchufes y otros objetos con telas, papel o plásticos para evitar que se ensucien con polvo o pintura. A continuación, utiliza un pulverizador para humedecer la pared, cubriendo toda la zona donde se va a trabajar.
Con la pared ya húmeda, utiliza una espátula para raspar el gotelé. Realiza el movimiento de abajo hacia arriba, lo que ayudará a evitar dañar la pared en su base. Si esta técnica no es suficiente, puedes aplicar una pasta niveladora que cubra la textura y, posteriormente, lijar la pared para obtener un mejor acabado. Una vez que el gotelé esté casi eliminado, limpia el área con una esponja para retirar el polvo restante. A continuación, aplica una capa de pasta niveladora con una espátula, distribuyéndola de manera uniforme para dejar la superficie completamente lisa. Deja secar bien antes de lijar por última vez.
El proceso de pintado
Antes de pintar, aplica una imprimación o base fijadora para garantizar que la pintura se adhiera correctamente. Este paso es fundamental para evitar problemas futuros. Deja que la base se seque completamente antes de comenzar a pintar.
Ahora sí, ha llegado el momento de pintar la pared con el color que más te guste. Puedes utilizar un rodillo o un pincel, según lo prefieras, para cubrir toda la superficie. Si tienes ayuda en casa, será aún más sencillo completar este proceso, sin necesidad de contratar a un profesional. Esto te permitirá ahorrar una cantidad considerable de dinero. Finalmente, limpia todo lo que haya quedado tras el pintado y disfruta de tus nuevas paredes lisas y modernas. Si quieres más consejos prácticos, en nuestro portal encontrarás otros artículos de interés y utilidad.