¿Por qué esta moneda es tan especial? Realmente esta pregunta tiene contestación y es que los errores de fabricación o de acuñación son la respuesta. Muchos son los coleccionistas que andan detrás de este tipo de monedas para su particular colección. Errores que pueden llegar a valer hasta 1000 euros. Esa es la solución al porqué una moneda belga de 50 céntimos puede costar más de 1000 euros en el mercado del coleccionismo.
Aunque se crearon unos 200 millones de monedas y que la mayoría de ellas sigue en circulación, estas las hacen valiosas por esos errores de acuñación, aunque alguno de los ejemplares no presenten esos fallos de fabricación.
Un ejemplo de moneda bien valiosa es la que aparece con el retrato del rey Alberto II, quien reinó en Bélgica hasta 2013, cuyo rostro se encuentra mirando a la izquierda y rodeado por un borde liso con las estrellas de la Unión Europea. Sin embargo, en alguna de estas monedas, las estrellas presentan irregularidades, causadas por un exceso de metal durante el proceso de acuñación.
Identificando una moneda de 50 céntimos valiosa
¿Cómo podemos saber si tenemos una de estas monedas valiosas en el fondo de un cajón? Pues muy sencillo, para ello debemos de fijarnos en el año de emisión para identificar la tirada de monedas, ya que estas fueron acuñadas cuando surgió el euro, allá por 2002. Después deberás mirar con detenimiento las estrellas que aparecen en el perfil del rey Alberto II, y si notas alguna diferencia es los relieves, es que posiblemente estés ante un caso de moneda de 50 céntimos muy peculiar.
Otra característica que debemos tener en cuenta son los bordes de la moneda, puesto que aunque debe ser liso, alguno de estos ejemplares suelen presentar irregularidades, lo cual es otro indicativo de error de fabricación o acuñación.
Casos de monedas también muy valiosas
El caso de la moneda belga no es el único caso de moneda valiosa, ya que existen otros ejemplos que han adquirido un gran valor en el mercado del coleccionismo. Un ejemplo es la moneda de 1 céntima alemana de 2002, que fue fabricada con materiales diferentes al habitual, alcanzando así un valor de hasta 50.000 euros.
Otra moneda valiosa es la de 2 euros emitida por Mónaco en 2007 y de las cuales solo se emitieron 20.000 unidades. Así pues, su escasez ha permitido que el precio en el mercado de coleccionistas haya superado los 2.600 euros. Si deseas conocer más noticias como esta, consulta nuestro periódico digital. Comparte este artículo con compañeros y familiares a quienes pueda serles de interés esta reseña.