A través de iniciativas del Parlamento Europeo que han sido acatadas por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en España, un giro importante se confirma para todo el país y podría tener efecto en los próximos años, sin que muchos lo esperasen. Se trata de la prohibición de los coches diésel y de gasolina, debido a que sus combustibles fósiles son altamente dañinos para el medioambiente. Especialmente por el incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. En búsqueda de alternativas, mientras la fecha definitiva se aproxima, los españoles deben comenzar a informarse sobre cómo sustituir sus coches tradicionales de combustión interna. Por vehículos eléctricos u otras variantes menos contaminantes.
El fin de los coches diésel y de gasolina en España: el año clave de su prohibición
Aunque en un inicio la Comisión Europea fijó el año 2040 como el comienzo del fin para los coches diésel y de combustibles fósiles, la situación ha cambiado drásticamente y la fecha se ha adelantado. Ahora se ha confirmado que la comercialización de estos vehículos estará prohibida a partir de 2035, cinco años antes de lo planeado originalmente. Por lo tanto, si posees uno de estos coches y formas parte del 90% de los españoles que aún no cuenta con un vehículo eléctrico moderno, deberás buscar alternativas para adaptarte a la nueva normativa. Sin embargo, hay una excepción que permite que ciertos vehículos sean aceptados. Incluso si no son eléctricos, lo cual es una opción a tener en cuenta.
Y es que, como alternativa, se ha planteado la posibilidad de flexibilizar el uso de combustibles sintéticos. Lo que permitiría la circulación y comercialización de coches con este tipo de combustibles incluso después de 2035. Estos combustibles han sido aprobados debido a sus bajas emisiones de dióxido de carbono. Siendo así menos perjudiciales para la atmósfera en comparación con los combustibles tradicionales. Esta medida iría en contra de algunas de las directrices más estrictas establecidas por la agenda del Gobierno en materia ambiental.
Además, sigue presente la opción de contar con un vehículo híbrido, que combina un motor eléctrico con uno de combustión, como alternativa durante la transición. Aunque los tradicionales coches diésel y de gasolina serán prohibidos a partir de 2035, España ha decidido mantener esta fecha firme para comenzar una verdadera revolución en el sector automovilístico. Alineándose con el cronograma de la Unión Europea. Estos cambios pretenden tener un impacto significativo a nivel nacional y contribuir al esfuerzo global por la sostenibilidad.
Restricciones y regulaciones actuales para los coches
En España, a través de la Dirección General de Tráfico (DGT), se ha implementado una medida clave desde 2016 para identificar los vehículos que representan un mayor riesgo ambiental por sus altas emisiones de dióxido de carbono. Esto se realiza mediante un sistema de etiquetas ambientales, clasificadas en categorías B o C. Los vehículos tradicionales, como los coches diésel o de gasolina, se han etiquetado con el fin de señalar su impacto. Aquellos con etiqueta B son considerados menos dañinos que los de etiqueta C, pero siguen siendo perjudiciales.
A partir de 2025 y 2026, se espera que algunas comunidades autónomas comiencen a aplicar medidas drásticas a los vehículos con la etiqueta de categoría B, restricciones que se extenderán más tarde a los vehículos con la etiqueta C. Si tu coche no cuenta con una etiqueta ambiental, es posible que esté libre de sanciones de circulación. A pesar de funcionar con diésel o gasolina. Sin embargo, el cambio sigue en marcha, y la prohibición total de estos vehículos entrará en vigor en 2035.